Siempre es emocionante y gratificante reunirse con la
familia y compartir recuerdos, vivencias y emociones, y eso
es precisamente lo que el pasado fin de semana vivieron los
133 miembros de la familia Sánchez, quienes han conseguido
celebrar esta macro-reunión en un céntrio hotel de
Benalmádena durante tres cortos pero seguro intensos días.
Allá por los años 30 llegaban a Ceuta los miembros de la
familia Sánchez (Aquilino, Clemencio, Esteban y Mateo), que
posteriormente se unieron en matrimonio a Lola, Araceli,
Hermenegilda y Mercedes, respectivamente. Durante estos más
de ochenta años la familia ha conseguido elaborar uno de los
árboles genealógicos más grandes de la ciudad y la inquietud
de sus miembros por conseguir reunir a todos los integrantes
de la familia ha dado como fruto una de las reuniones
familiares más emotivas que se conocen.
Un total de 133 personas entre abuelos, padres, hijos,
nietos y biznietos, todos ellos descendientes de Clemencio y
Aquilino Sánchez, o lo que es lo mismo cuatro generaciones
de esta conocida familia, han celebrado este emotivo
encuentro en un céntrico hotel de Benalmádena, realizando
durante tres días numerosas actividades, donde desde el
primero al último miembro de la familia participó
activamente y en la que las risas y las lágrimas de emoción
han sido también grandes compañeras de estos días.
Sonia Merino Sánchez, nieta de aquellos primeros miembros de
la familia llegados a la ciudad, destacaba ayer a EL PUEBLO
las emociones vividas durante estos tres cortos pero
intensos días.
Los organizadores de esta macro-reunión familiar prepararon
varias presentaciones en power point con fotos desde los
abuelos hasta el último componente de la familia Sánchez que
arrancaron muchísimas risas y emociones, quizás aletargadas
pero nunca olvidadas. Además también cantaron de todo,
incluso unas chirigotas realizadas por ellos mismos en las
que parodiaron los sucedido en este anhelado fin de semana.
Besos, abrazos, emociones, sentimientos, todos ellos fueron
aflorando a medida que se volvía a ver, después de muchos
años, los miembros de esta familia, o incluso a conocerse
por primera vez ya que la distancia que les separa les ha
privado de ello. La familia no ha querido perderse esta
oportunidad y desde Pontevedra, Madrid, Sevilla, Huelva,
Málaga, Estepona, y en su mayoría de Ceuta han viajado hasta
Benalmádena para vivir esta experiencia que todos han
coincidido en afirmar que “¡¡¡Esto hay que repetirlo!!!”.
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