Todos los asuntos relacionados con racionalización,
simplificación y normalización de documentos se llevan a
cabo en esta sede de “El Industrial”. También se encuentran
el área de modernización y calidad, el área de de formación
de empleados públicos, el área dedicado a la página web y
todos los temas relacionados con la administración
electrónica.
Hay dos pretensiones fundamentales que se cumplen con esta
oficina: “que los empleados públicos trabajen de una manera
más cómoda” y “lo más importante, lo que siempre hemos
perseguido desde la Ciudad Autónoma de Melilla” es que “a
partir de ahora los ciudadanos que tengan que realizar
gestiones diversas con la administración no van a tener que
ir de una dependencia a otra”, sino que “en un mismo
inmueble, en un mismo espacio, van a poder resolver las
cuestiones”. Algo que será “mucho más cómodo para el
ciudadano”, pues también se establece en esta oficina un
nuevo punto de atención e información al ciudadano. Es
decir, “todos los ciudadanos que se dirijan a esta oficina
van a poder hacer los mismo trámites que en cualquiera de
las oficinas dispersas por distintos barrios de la ciudad”,
con lo cual “es un salto importante en cuanto a cercanía,
proximidad y comodidad a la hora de gestionar los trámites
administrativos de los melillenses”, declaró Miguel Marín.
La actuación en este inmueble, realizada por la Consejería
de Fomento, ha costado alrededor de 170.000 euros. Tiene dos
plantas y está adaptado a personas con movilidad reducida.
Un total de 387 metros cuadrados construidos que demuestran
“lo que se ha avanzado dentro de la política de cercanía de
la administración al ciudadano”, como definió Juan José
Imbroda, pues es “por eso por lo que se crearon varios
puntos de información y atención al ciudadano” que
repercuten en la “rapidez” con la que se resuelven trámites.
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