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OPINIÓN - JUEVES, 10 DE MARZO DE 2011

 
OPINIÓN / COLABORACION

Somos Gitanos, somos Flamenco

Por Miguel Jiménez Campos *


El pasado 16 de noviembre, el flamenco fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, un organismo que cinco años antes rechazó la candidatura presentada por el Gobierno Español.

El flamenco es una cultura autentica que tiene valores mestizos, puedo atreverme a decir que cuenta con su parte árabe, judía, hindú y gitana. Todos ellos fueron fundiéndose a lo largo de la historia en suelo Andaluz,

Los ocho siglos de dominación musulmana dejaron en Andalucía una muy variada manifiesta raigambre cultural, del mundo árabe proviene claramente la zambra. Así mismo la guitarra flamenca alterna el rasgueado característico de la guitarra castellana, con el punteado proveniente de la guitarra morisca.

Existen claras semejanzas entre ciertos rasgos de cante sinagogales y las más antiguas variantes de las segurillas. Algunas modalidades de oración cantada por los sefarditas conservan una similitud con las tonás de donde brotaron las saetas y otro cante cuya procedencia hebrea sería muy difícil de negar es la petenera.

Por otra parte el baile flamenco, con su cabalístico lenguaje a través del gesto y de las manos, conserva una clara analogía con las danzas sagradas hindúes.

Luego los gitanos con la posible colaboración de los moriscos, serían refundidores de toda esa música oriental andaluza. No puede hablarse de cante flamenco antes de llegar los gitanos a Andalucía (1462). Decir que en ningún otro lugar del mundo los gitanos cantan flamenco.

Todo lo que se relacionaba con lo gitano, incluso sus seductoras versiones de cante y baile fue asociado a la delincuencia y a los bajos fondos. Es por eso que el flamenco permanece oculto, sin trascender de esos reducidos ámbitos sociales bajoandaluces en los que se irá desarrollando, según los técnicos el cante y el baile flamenco, tal como ha llegado hasta nosotros, cuenta con apenas dos siglos de vida.

Fue a finales del siglo XVIII, después de que Carlos III promulgase el cese de hostilidades a los gitanos, el flamenco entra en su primera etapa de difusión fuera del hogar caló (gitano), el pueblo andaluz se interesa por esos modos expresivos hasta entonces ignorados. El flamenco a pesar mantener su intima y dramática condición ritual dentro de la gitanería , sufre ciertos reajustes para así atraer el interés del publico payo (no gitano). Es utilizado como un producto de transacción comercial que le permite al gitano sobrevivir.

La difusión pública del arte flamenco se vio favorecida con el surgimiento del Romanticismo (primera mitad del siglo XIX) y su gusto por lo pasional, lo nocturno, lo misterioso y la revalorización de la cultura popular.

De las ventas y las tabernas el flamenco pasa a los tablaos de los Cafés Cantantes a partir de 1842. Es la edad de oro del flamenco. Cobra un auge extraordinario y su afición se propaga a todos los sectores de la sociedad española incluida la aristocracia, el cante y el baile pierden definitivamente su condición de rito domestico y se profesionaliza, aparecen los primeros cantantes y bailaores no gitanos.

El próximo salto que dio el flamenco tuvo como objetivo el teatro. Algunos flamencólogos ven esta etapa como un tiempo de decadencia, en el que flamenco se diluye en los nuevos espectáculos de varietes y así se crea en 1925 La Opera Flamenca. Es una formula de representación que se basa en estampas mezclando canción española y cante flamenco, orquesta y guitarra, parlamentos y baile.

A finales de la década del los 50 se plantea la etapa de revalorización. Surge una nueva actitud y un nuevo pensamiento ante el arte flamenco. Se funda la Cátedra de Flamencología en Jerez de la Frontera, como una entidad académica con el fin de promover el estudio, la investigación y la difusión del flamenco. Dos personajes influencian indiscutiblemente en el flamenco actual: Camarón de la Isla, que trae una sonoridad nueva a los cantes y Paco de Lucía, quien aporta un nuevo tratamiento técnico a la guitarra.

Debemos preocuparnos en comprender si el flamenco es propicio a la evolución por conductos de nuevas formas posibles. Se gesta una corriente musical moderna como movimiento lógico frente a la conservadora tradición flamenca. El experimentalismo se inicia con el grupo de flamenco-rock Smash y continúa a través de otros grupos como Lole y Manuel y Retama y las sesiones guitaristicas de Paco de Lucia con guitarristas famosos de rock, jazz y salsa carioca. Sólo se trata de confiar en que el flamenco evoluciona sin dejar de ser él mismo.

Salud y Libertad

Sastipen thaj mestipen

* Presiente Comunidad Romaní de Ceuta
 

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