Las últimas manifestaciones
protagonizas por nuestros líderes políticos, recogidas por
los medios de comunicación locales, me llevan a compartir
con ustedes algunas reflexiones en relación a como
interpretan el sistema democrático español algunos políticos
ceutíes y más concretamente, cuales son sus pensamientos
reales en relación al punto 2 del artículo primero de
nuestra Constitución, que literalmente indica “La soberanía
nacional reside en el pueblo español, del que emanan los
poderes del Estado” es decir, los ciudadanos somos la fuente
de donde emanan los poderes públicos del Estado y en esta
reflexión, de los de la Ciudad Autónoma de Ceuta.
En los últimos días hemos podido constatar estas diferencias
a través de las declaraciones ofrecidas tanto, por Juan
Jesús Vivas como, por los portavoces de otras formaciones
políticas, consideraciones totalmente contradictorias. El
Presidente de todos los ceutíes, Juan Jesús Vivas, afirmó
categóricamente, el pasado viernes, en el programa Hoy por
hoy, de la Cadena Ser, en la programación nacional, que él
gobierna por y para los ceutíes, a quienes respeta
profundamente. Explicación, que argumenta claramente la
decisión de suprimir el pliego de condiciones iniciales para
la compra de los garajes incluidos en el Plan Aparca y
elaborar posteriormente uno nuevo en el que se recojan las
reivindicaciones planteadas por los futuros propietarios.
Por el contrario, frente al respeto demostrado por el
Presidente de todos los ceutíes, nos encontramos con las
reflexiones de aquellos falsos “progresistas”, que
públicamente se autoproclaman únicos defensores de las
libertades públicas pero, sin embargo se muestran totalmente
irrespetuosos con los principios democráticos recogidos en
nuestra Carta Magna y no dudan en menospreciar, insultar e
injuriar a todos aquellos que expresamos nuestras legítimas
discrepancias, que no compartimos sus pensamientos, quienes
decidimos apoyar a otro proyecto político e incluso, a
quienes exponemos libremente nuestras opiniones a través de
los diferentes medios de comunicación existentes en la
ciudad.
En definitiva, la historia se repite una vez más, los
insultos, las mentiras, las acusaciones, las injurias, las
calumnias y los engaños han regresado a la actualidad
política ceutí. La moderación que ha predominado durante la
última década en el seno de la Asamblea sufre el mayor
ataque de los últimos años. Un ataque que debe ser rechazado
por la ciudadanía en general, sin exclusión alguna. Los
ceutíes no podemos permitir el retorno de estrategias
desestabilizadoras que protagonizaron la etapa más oscura de
nuestro pasado más reciente.
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