Me estaba yo pensando, alguna vez
en mi vida tengo que ponerme a pensar, no voy a estar todo
el día escribiendo alguna que otra orden recibida por muy
“mercenario” “vendido” que esté a quien me está haciendo
multimillonario.
Digo multimillonario, porque millonario ya lo soy desde que
recibí el primer sobre. Lógicamente por el asunto de ser
“mercenario” y “vendido” no votaré a Coalición Caballa, ni
jarto de vino. Sería tirar piedras contras mis intereses
económicos. Y tal como está la situación, ya me contarán
ustedes quién es el guapo que pierde un euro, Y menos yo,
con los pedazos de sobre que estoy recibiendo mensualmente.
Cómo será la cantidad de dinero que recibo mensualmente, que
me estoy buscando un paraíso fiscal para, al menos, enviar
una parte de ese dinero. En la caja fuerte que tengo
empotrada en la pared, ya no me cabe ni un euro,
Es más algunos de los billetes, por muy bien que cierro la
puerta, asoman por sus rendijas. Y ni te cuento, serrana del
alma, lo que me duele la espalda de hacer enorme esfuerzo
para cerrar a cal y canto la puerta de la caja.
Estoy escribiendo esto, y diciéndoselo a todos ustedes,
porque por muy en secreto que lo llevaba lo ha descubierto
el único que lo podría descubrir, el lumbreras, gracias a su
enorme sagacidad. Y claro ocultarlo ya no tiene razón de
ser. ¡Anda que no es listo el lumbrera! ¡Lo que se le escape
a su superior inteligencia!.
Cada día que va a pasando tiene menos votantes, por varias
razones. Una por lo que escribimos. Los “vendidos”,
“mercenarios” y racistas” en defensa de nuestros sueldos, de
ese pedazo de sobre que nos “juntan” cada mes. Y otra porque
no hay un dios que se crea ni un sólo punto del programa ¡Ditan
sean las cazuelas de papas en amarillo!.
El personal que no es tonto, aquí en esta tierra el más
torpe hace televisores en color con pantalla plana, ha
comprendido que el programa es propio de todos aquellos que
salen perdedores y, por ello, sabiendo que no van a gobernar
ofrecen lo que ofrecen, que es una auténtica utopía,
imposible de llevar a cabo.
No conforme con ese programa, imposible de realizar, se
dedica a insultar al personal, llamándoles racista a más de
once mil ciudadanos que, al parecer, son los que votan al
Partido Popular. ¡Lo llevas claro, lumbreras!.
Comprenderás que como “vendido” y “mercenario”, no te puedo
votar ni jarto de vino. Claro que aunque no fuese esos
calificativos que tu suprema inteligencia tiene a bien
concederme, tampoco te votaría pues, entre otras cosas,
nunca me ha gustado tirar mi voto a la basura, que es donde
irán a parar todos aquellos votos que te den en el supuesto
caso, que es mucho suponer, que alguien le dé por votarte.
Fíjate si estoy seguro, por muchos insultos que digas, de
que vas a tener menos votos que si yo me presento a
presidente de los americanos de América, esos que son tan
malos, que soy capaz de jugarme a los chinos la cantidad de
consejeros que vas a sacar. Mira, no perdamos tiempo.
Ninguno con los que saque.
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