Un militar ocupó ayer el banquillo de los acusados del
Juzgado de lo Penal por el delito contra la salud pública
que le imputaba la representante del Ministerio Fiscal en la
ciudad y por el que pedía la pena de tres años y dos meses
de prisión y una sanción económica de 4.145 euros. Mientras
que la defensa solicitó dos años de cárcel y 8.290 euros de
multa ya que su cliente admitió los hechos que se le
imputaban aunque alegó la extrema necesidad del mismo,
atendiendo a sus circunstancias personales.
Los hechos tuvieron lugar el pasado 5 de febrero, alrededopr
de las 23:40 horas, cuando el acusado se encontraba en la
inmediaciones de la Estación Marítima, concretamente, por la
Avenida Cañonero Dato. Fue entonces cuando los agentes del
Cuerpo Nacional de Policía lo detuvieron y al notarlo
“nervioso” procedieron a su cacheo, tal y como declaró uno
de ellos en calidad de testigo. De esta inspección se
constató la presencia de cuatro tabletas de hachís que iban
adosadas al tórax del militar y otras 20 repartidas por las
piernas y la ingle, cuyo destino era la distribución y venta
en la península. Acusación que el encausado admitió alegando
que acababa de tener una segunda hija y una hipoteca a la
que hacer frente cuando su pareja estaba desempleada. “Fui
un inconsciente y quería tener dinero fácil y rápido ya que
estoy destinado en Ceuta pero mi familia está en Almería”,
lamentó el militar. Por todo ello, la defensa concluyó sus
argumentos esgrimiendo que su cliente sufría de “inmadurez y
falta de experiencia”.
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