La militante socialista Rosa Rodríguez recogió su Premio
María de Eza 2011 con un Salón del Trono repleto de
familiares, políticos y amigos a los que dedicó el galardón
con un “va por todos vosotros”. Emocionada al considerar la
cita como “una de las más bonitas” de su vida, la
homenajeada confesó que “nunca” esperó que “todo un pueblo”
la reconociese.
Con un pequeño nudo en la garganta, la voz quizás un poco
resquebrajada y apenas unas lágrimas de las que se dicen, de
felicidad en su rostro, la socialista ceutí Rosa Rodríguez
subió ayer al estrado del Salón del Trono del Palacio
Autonómico para abrazar entre su manos la estatuilla de
Elena Laverón y los pétalos que simbolizaron su Premio María
de Eza 2011.
Un galardón que ella misma “nunca” creyó que le otorgasen ya
que, a su juicio, se traducía en el reconocimiento de “todo
un pueblo” y que dedicó a todo el auditorio y a los que no
estaban presentes con un “va por todos vosotros”, palabras
que fueron refrendadas con una calurosa ovación.
Debido a la emoción que entre su piel se vislumbraba por ser
unos de los días “más bonitos” de su vida, la ceutí inició
un discurso conciso y concreto en el que no olvidó el
agradecimiento a aquellos que favorecieron su candidatura al
galardón, “a las Juventudes Socialistas y a la Ejecutiva del
PSOE”, sin dejar de lado la “generosidad” del jurado.
Nuevos instantes de sensibilidad se posaron sobre la
militante socialista cuando guiñó a su madre, a la que dio
las gracias “porque me hizo como soy”; a su padre, “allí
donde se encuentre estará orgulloso de su hija”; a mis
hijos, “por tener una madre tan reivindicativa y
problemática”; a mi hijo Antonio, “que me felicita el Día
del Padre”; y a mi nieta, “que no sólo ha heredado todo lo
material de mí, sino que viene de rojo”, enumeró Rosa
Rodríguez, Premio María de Eza 2011.
Entre intervención e intervención, las notas de ‘Moon River’,
la banda sonora de ‘Desayuno con diamantes’, se hicieron
hueco en el Salón del Trono del Palacio Autonómico aunque no
antes de dar paso a la conmemoración del centenario del Día
Internacional de la Mujer, que corrió a cargo de la
consejera de Educación, Cultura y Mujer, Mabel Deu, que
culpabilizó a las “normas sociales no escritas” de las
limitaciones que aun persisten en materia de igualdad.
Por eso destacó a la galardonada como una mujer que “se
anticipó al trabajo social con su manera de entender las
relaciones sociales, a la lucha de la mujer y a la mujer
militante”, por lo que “todas debemos recoger el testigo”,
subrayó. Madre, abuela, pianista, sindicalista o ama de casa
fueron las imágenes que todos los asistentes al acto
pudieron ver de Rosa Rodríguez en una proyección en la que
se reflejó la figura de un ser que “puede y se merece más”,
recalcó Deu, que abandonó el estrado dedicándole al Premio
María de Eza 2011 un poema de Mariana Espinal.
“Reconoce mujer que eres mujer, que existes; mujer, estima y
defiende tu alma, tu cuerpo y tu vientre; mujer, florece
grande, radiante, fuerte y dulce; mujer, empalaga tu alma de
acciones grandiosas, mujer, talentos como el crear vida,
ideas y misiones hermosas, tienes por doquier, mujer. Luz
eres, luz tienes y luz das, mujer”, recital que fue acogido
con gran expectación entre el auditorio, que abandonaría la
sala para disfrutar del pasacalles de la compañía ‘Artea
Teatro’.
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Un tributo a las víctimas que la violencia de género se ha
cobrado
La consejera de Educación, Cultura
y Mujer, Mabel Deu, no olvidó durante su intervención
lamentar y maldecir la lacra social que en Ceuta ya se ha
cobrado la vida de tres mujeres, y que no es otra que la
violencia de género. “Ikram, María del Carmen, Suhaila”,
todas ellas asesinadas por parejas o progenitores con la
“manifestación más brutal de la desigualdad”. Deu no dejó de
lado enviar un acalorado abrazo a Yolanda, la última ceutí
apuñalada por su marido en Patio Páramo que,
afortunadamente, continúa recuperándose de la agresión. A
ella y a todas las ceutíes que sufren en silencio, la
responsable del área les recordó que “estamos aquí para
apoyaros y respaldaros, demostrando así con hechos que el
sexo no nos hace diferentes a los hombres de las mujeres”,
añadió Deu. Para terminar este apartado, la consejera
sostuvo que el progreso de los pueblos nunca sería real
“hasta que no haya igualdad”, sintetizó Mabel Deu, consejera
de Educación, Cultura y Mujer de la Ciudad Autónoma de
Ceuta.
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