El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS)
celebró ayer el día de su patrón, San Juan de Dios. El
primero de los actos fue el del juramento de los 14 nuevos
bomberos incorporados tras aprobar las oposiciones que se
realizaron en julio de 2010. El lugar elegido fue el Salón
del Trono del Palacio de la Asamblea, donde se encontraba el
presidente de la Ciudad, Juan Vivas, junto al jefe del
departamento, Manuel Gentil, el viceconsejero de
Gobernación, Manuel Coronado y el director general de
Recursos Humanos, Juan Manuel de la Torre. Vivas resaltó la
importancia del compañerismo y la profesionalidad.
El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS)
celebró ayer su patrón, San Juan de Dios, con la
incorporación de los 14 nuevos miembros al departamento que
dirige Manuel Gentil. Durante la mañana se llevaron a cabo
diferentes actos y el primero de ellos fue el del juramento
en el Salón del Trono del Palacio de la Asamblea de los
profesionales que se incorporaron el pasado mes de noviembre
a este servicio de emergencias. Después de jurar su cargo,
el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, realizó un breve
discurso en el que felicitó a los Bomberos y a sus
familiares.
Y es que la incorporación de estos efectivos al cuerpo “es
algo verdaderamente notable”. Es decir, este aumento supone
“incrementar en aproximadamente un 20% la plantilla” algo
que se resume en la culminación “de un proceso para mejorar
la capacidad de respuesta de un servicio fundamental y
vital”. Para el máximo representante del Ejecutivo, los
Bomberos tienen “por objeto preservar la vida, la seguridad
de las personas y de los bienes”.
Por lo tanto, desde la Ciudad se asegura que los catorce
profesionales son una “verdadera apuesta por mejorar la
calidad de ese componente de los servicios públicos, uno de
los esenciales y fundamentales”. A las oposiciones, que
tuvieron lugar en los meses de junio y julio de 2010 se
presentaron alrededor de 200 personas. Sólo catorce lograron
el objetivo y ayer consiguieron celebrar su primer San Juan
de Dios como profesionales del Servicio de Extinción de
Incendios.
Por ello Vivas resaltó su tesón, esfuerzo y “que ha
permitido superar las pruebas completas y difíciles”. El
presidente remarcó que los nuevos bomberos “no deben nada a
nadie, sino a vosotros mismos y también a las personas que
os quieren y que cuando surgen, en una oposición tan
difícil, las dudas, temores y tentaciones, os han dado el
aliento necesario para continuar”. “Esta es una buena manera
de iniciar una carrera administrativa y de servicio
público”, explicó el presidente de la Ciudad. Vivas aseguró
que “por sus más de 30 años de servicio” como funcionario
que “las corporaciones y los alcaldes pasan, pero lo que
permanece es la demanda, la necesidad de los ciudadanos y
los servicios que están concebidos para atender a los
mismos”. El representante del Ejecutivo insistió a los
nuevos integrantes del Cuerpo que deben “lealtad a Ceuta, a
los ciudadanos y a la institución que os representa”. Y es
que, ser bombero “significa mucho” ya que supone una
“profesión muy exigente” y “no es sólo una manera de ganarse
la vida, sino una forma de trasladar una vocación al
ejercicio de una profesión, la de servir a los demás y sobre
todo en el auxilio cuando se encuentran en apuros”. Vivas
remarcó que, a pesar de ser un trabajo “exigente” también
“es gratificante ya que no hay nada más importante en la
vida que sentirse útil para los demás”. El presidente
prefirió no realizar ninguna recomendación ya que “más
válidas” son las de Manuel Gentil y los “propios compañeros
porque en este oficio tan difícil la experiencia es sin duda
alguna un grado”. Además pidió que asuman su cometido con
“abnegación, disciplina y responsabilidad” además de
“cuidar” su formación física, técnica y el conocimiento de
los que empleen porque “son condiciones que constituyen
garantías muy sólidas para preservar la vida de los demás y
también vuestra propia integridad física”.
Como conclusión el presidente solicitó que “se conciba el
Parque como un lugar para el desarrollo profesional pero
también para estrechar lazos de compañerismo, extraídas de
la ‘Cartilla del Buen Bombero del año 1930”, finalizó.
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