Conmemoramos un año más el Día Internacional de la Mujer en
un contexto difícil, pero lleno de esperanza. Porque el 2011
será, según todos los pronósticos de personas expertas, el
año en que se inicie la recuperación económica y se empiecen
a ver los resultados de las profundas reformas emprendidas
por el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero, con la
aportación de partidos políticos, sindicatos y empresarios.
Y para que ello ocurra, será fundamental contar con la
fuerza, con la determinación, con la sabiduría y con el
poder de las mujeres.
En estos momentos de crisis del Estado de Bienestar es más
necesario que nunca que reflexionemos sobre la manera de
conseguir un modelo social más igualitario, más productivo y
eficiente, que conlleve la disolución de las desigualdades
entre hombres y mujeres. Tenemos que tejer una nueva red de
políticas sociales más acordes con la realidad social de las
mujeres en nuestra actual sociedad, y diseñar un nuevo
catálogo de políticas públicas que generen más bienestar
social y más empleo, sin renunciar a la cohesión social y
que reduzca los desequilibrios entre mujeres y hombres.
Y podemos hacerlo con el orgullo y la confianza de haber
alcanzado, como sociedad, las mayores cotas de Igualdad
–política, legislativa, social- en la historia de nuestro
país. Las leyes y Planes aprobados en estos siete años de
Gobiernos socialistas - la Ley contra la Violencia de
Género, el Plan Concilia, la Ley de Igualdad, la Ley de
Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del
Embarazo, la modificación del Código Civil en materia de
Separación y Divorcio, el Plan contra la Trata de seres
humanos Con fines de explotación sexual- son, en sí mismos,
instrumentos extraordinariamente valiosos y positivos, que
nos permiten encarar el momento actual en mejores
condiciones que nunca.
Hemos logrado el reconocimiento “formal” de la participación
de las mujeres en igualdad y en todos los ámbitos, pero la
realidad es tozuda y seguimos arrastrando un gran
desequilibrio en la participación y en la toma de
decisiones. La responsabilidad de lo privado sigue siendo
nuestra y, si no logramos que los hombres se conciencien y
compartan las responsabilidades familiares, las mujeres
seguiremos estando en clara desventaja. Porque la igualdad
“real y efectiva” pasa por la incorporación de las mujeres a
un empleo de calidad en las mismas condiciones que los
hombres, y ello exige un reparto igualitario de la esfera de
lo privado, de los asuntos domésticos y de los cuidados.
Sólo con una verdadera corresponsabilidad entre hombres y
mujeres se equilibrarán realmente las oportunidades para
ellas.
La corresponsabilidad en lo privado y el empoderamiento en
lo público son los instrumentos que nos permitirán remover
positivamente las estructuras sociales condicionadas por la
mentalidad machista.
Las mujeres son la fuerza vital e imprescindible para que
nuestro país recupere su bienestar económico, político y
social. Su incorporación al mercado laboral en igualdad de
condiciones es fundamental para mejorar la calidad de
nuestra productividad, y dotarnos de un crecimiento
económico más eficiente y sostenible. Para ello es necesario
seguir manteniendo las medidas de incremento de la igualdad
en el acceso de las mujeres al empleo, en la igualdad
salarial, en la corresponsabilidad y conciliación de la vida
laboral y familiar para hombres y mujeres. Por razones de
Justicia, pero también de eficacia.
Olvidar el potencial y la fuerza de la incorporación laboral
de las mujeres a un mercado de trabajo estable y de calidad,
es conducir las reformas emprendidas al fracaso más absoluto
y a la ruptura de la cohesión social. Y las y los
socialistas no lo vamos a consentir.
Pero debe ser una lucha colectiva. Es el conjunto de la
sociedad, mujeres y hombres, el que debe tomar las riendas
de la transformación de este país no sólo para salir de la
crisis actual, sino para protegernos y evitar que dicha
crisis vuelva a repetirse en un futuro. Para ello es
necesario que la corresponsabilidad de la vida personal,
laboral y familiar se convierta en la piedra angular del
nuevo modelo social, laboral y económico de nuestro país.
En este 8 de marzo, desde el PSOE-Ceuta y JSCE queremos
reconocer el valor de la lucha de las mujeres por la
Igualdad -tal vez, la transformación de más importante
calado llevada a cabo en nuestro país en las últimas
décadas- , y hacer un llamamiento para trabajar todos y
todas solidariamente por una España mejor, más justa y más
igualitaria.
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