LUNES. 28
Fue en 1975, si mal no recuerdo, cuando se celebró el Primer
Año Internacional de la Mujer. Y es que en la década de los
setenta fue cuando el protagonismo social y político de las
mujeres tomó un alcance mayor que en ninguna otra época. Las
mujeres se interesaron por sus problemas y empezaron a
asistir a conferencias, asambleas, manifestaciones… En las
que se hablaba específicamente de sus cosas. Las mujeres de
todo el mundo civilizado adquirieron, de alguna forma, un
sentido de grupo, se organizaron y se dotaron de órganos de
expresión propios que alcanzaron resonancia internacional.
Los objetivos básicos que perseguían eran manifestar la
repulsa a la opresión que el hombre había ejercido a través
de los años sobre las mujeres y reivindicar otros modelos de
relación. Los aspectos más debatidos en las movilizaciones
eran básicamente tres: la mujer dentro de la sociedad, la
mujer en el trabajo y la mujer en el matrimonio. Y a partir
de ahí, se hacían peticiones sobre el divorcio, la
legalización del aborto y cuestiones de la maternidad. A
principio de los ochenta, conocí yo a María Rosa
Rodríguez Morales. Luchadora infatigable, ya, por los
derechos de las mujeres. Y, además, empezaba a entregarse de
lleno a la política, al sindicalismo y hasta se dedicó a
entrenar a equipos de fútbol femenino. Cuando nos
presentaron, lo primero que me dijo es que había formado
parte de la familia de Gainza: figura del fútbol español. A
María Rosa Le han concedido el Premio María de Eza.
Lo tiene más que merecido. Rosa, enhorabuena.
MARTES. 1
Camino por la calle Jáudenes, acompañado por dos coroneles
de Regulares, que están en la reserva, cuando me dicen que
ha muerto Carmelo Tamajón. Y que ha sido enterrado
por la mañana. Me quedo de piedra. Cuando reacciono, ya se
han hecho presente las lágrimas. Desde el jueves, como ya es
costumbre en mí, salvo excepciones, no suelo alternar por el
centro de la ciudad. Y, dado que en ningún periódico he
visto la esquela correspondiente, no podía saber lo que le
había ocurrido a Carmelo. Carmelo fue de las primeras
personas con las que yo me relacioné en Ceuta. Y nunca, por
más que nuestras vidas fueran cambiando, nosotros dejamos de
hablarnos. En cuanto nos veíamos, y nos veíamos con
frecuencia, siempre teníamos algo que decirnos. Entre mis
recuerdos, relacionados con él, hay una noche de principios
de 1980, en que los dos nos achispamos y acabamos sentados
en un banco de la plaza más bonita que hay en Ceuta: la de
África. A partir de ahí, supimos que estábamos llamados a
entendernos. Adiós, amigo.
MIÉRCOLES. 2
Comida con las personas que, normalmente, suelo alternar
martes o miércoles. Primero, disfrutamos de la cháchara
correspondiente mientras tomamos el aperitivo en los sitios
de costumbre. Y cuando llegamos al establecimiento elegido
para comer, también lo hace Juan Vivas para dar un
recado. Y le oigo decir que tiene molestias en la espalda.
Una lumbalgia, que, por padecerla yo a veces, sé lo dolorosa
que es. Me dice que lo han masajeado. Y le respondo que a
ver si se recupera pronto para ver si lo hago jugar de
delantero flotante. Y aprovecho la ocasión para hacer un
aparte con el presidente, con quien hacía ya meses que no
cruzaba la menor palabra. Y le pongo al tanto de algo que
necesitaba decirle. Pues no es la primera vez que los
mensajeros le cuentan la historia de la que le hablé de
manera muy distinta. Lo digo, créanme, porque cuando yo me
refiero a Juan Vivas, en privado, jamás digo mentiras. Y es
que la vida no es un camino de rosas. Y todos hemos dejado
algún herido por el camino.
JUEVES. 3
Recibo una llamada telefónica de un amigo. Sí; no tengo el
menor miedo en darle tratamiento de amigo. Aunque haya dicho
tantas veces que pronunciar esta palabra me cuesta lo
indecible. Máxime cuando la Biblia enseña a amar a nuestros
enemigos como si fueran nuestros amigos, posiblemente porque
son los mismos (Vittorio De Sica). A lo que iba. Que
mi amigo ha querido recordarme una cita que tenemos la
semana próxima y, de paso, se ha enrollado con la política.
Y me ha hablado de que carecemos de personas con autoridad
para gobernarnos. Y he reaccionado a media vuelta de
manivela. Pero no con la autoridad del que manda porque
ejerce una función, le he dicho, sino la autoridad que nace
de la conducta desinteresada y limpia y al afán de servir. Y
mi amigo interviene para decirme que la vida no está para
que pensemos en que puede haber mirlos blancos. Y le he
respondido que sí, que muy bien; pero que al paso que vamos
terminará predominando, si ya no estamos en ese período, la
inmoralidad y vacuidad. Hemos quedado en seguir hablando del
asunto.
VIERNES. 4
Ayer, leyendo la Voz de Cádiz, me encuentro con unas
declaraciones de Julio Fernández Peguero, director
técnico de la Asociación Deportiva Ceuta, en la cual habla
sobre su pasado futbolístico gaditano. Pero ese pasado a mí
me importa un bledo y parte del otro. Lo que sí me interesa
es el presente. Y, por lo leído, el director técnico acaba
de descubrir que la ADC tiene plantilla pero no equipo. A
buena hora, mangas verdes. De cualquier manera, debo decirle
que en la plantilla hay algunos jugadores que tampoco
rendirían dentro de cualquier sistema táctico adaptado a las
cualidades de los futbolistas de la plantilla. Hoy viernes,
leyendo El Pueblo de Ceuta, también me entero de lo que ha
dicho Manolo Pérez: “Me da igual jugar mas retrasado
o adelantado”. Él hace muy bien en decir lo que dice. Pero,
hasta ahora, se ha demostrado que carece de cualidades para
ser escudo de la defensa. Yo le pediría a Manolo Pérez, por
ejemplo, que viera, si tiene tiempo y ganas, de qué modo
actúa Medel en el Sevilla. Las cualidades de Pérez
son las mejores para jugar más adelantado. Pero es él, sin
duda, quien tiene que demostrar que lo puede hacer igual de
bien como medio defensivo.
SÁBADO. 5
Vengo notando como el innombrable, que ejerce como
sindicalista, político, director de Instituto, agitador
permanente, escribidor en periódicos, y muchas otras cosas,
se ha convertido en el blanco de las iras de muchas
personas. Lo cual se veía venir. Ya que las había deseosas
de perderle el respeto y están aprovechando los días que
anteceden a la campaña electoral, para zurrarle la badana.
Lo que no esperaba yo, al menos de momento, es que empezaran
tan pronto a distanciarse de él en el periódico donde se
publican sus artículos, los jueves. Pero así ha sido. Es
como si el que manda en el medio, en un momento de lucidez
material, se hubiera dado cuenta de que el innombrable está
abusando de su confianza. Y que ya está bien de permitirle
que se aproveche de la libertad de expresión en sus
artículos, para atacar continuamente al gobierno local, por
medio de insultos y descalificaciones. Aprovechando además
sus escritos para incitar a los vecinos a la rebelión. Un
peligro andante, en todo en el sentido de la expresión, es
lo que es el innombrable.
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