No tenía la más mínima intención
de volver a escribir nada sobre la política local, en estos
días, porque pensé que al llegar la cuaresma, que estamos
muy cerca de tocar ya, los que ejercen, y algunos viven como
Dios de ella, la política se pondrían “ a meditar” de qué
forma van a poder afrontar una campaña, oficialmente, de una
manera tranquila y educada, para tratar de lograr sus
objetivos, primero llegar a la Asamblea y luego hacer algo
por Ceuta.
Claro que me he demostrado a mí mismo que soy un ingenuo, o
que no he llegado a calar en el mundo de estos “jetas” que,
con tal de lograr un escaño en el Ayuntamiento , muchos de
ellos son capaces de vender a toda su familia y de ultrajar
a su propio padre.
Da vergüenza y cada día pienso que lo normal que debiéramos
hacer quienes actuamos con normalidad sería no acercarnos a
las urnas y en el caso de que vayamos, no arrimarnos, ni de
lejos, a algunos de esos botarates que se desayunan “con un
sapo” y se van a dormir “con un escorpión”.
Digo que pretendía escribir a tono con el carnaval y sobre
la careta de algunos, aunque no se dediquen a la política,
pero de los que sí dan “coba” a los políticos que están en
activo. Ese era el camino que quería haber utilizado en esta
ocasión, para desintoxicarnos un poco de todo lo que hay y
va a ir viniendo, a medida que se vaya acercando el mes de
mayo.
Pero el cambio de rumbo me lo proporciona ¡¡Cómo no!!, una
noticia, en la que leo que “Caballas acusa al PP de fraude
electoral por correo”.
Esto me parece grave y más grave aun cuando no se aportan
unos datos concluyentes demostrando lo que están
denunciando. Ello me hace pensar que aquí, desde Caballas,
se trata de tirar barro, de echar basura para de esa forma
salir todos manchados, sin importar nada más.
Por su parte y no podía ser de otra manera, desde el PP se
va a atajar esto, pero no en una reunión de “vecindonas”, en
el portal o en el patio de unos cuantos vecinos.
Lo primero, y por ahí tienen que ir los tiros, es poner en
manos de los abogados las declaraciones que han partido de
Caballas y que sean las leyes las que diluciden todo este
embrollo, que no tiene sentido, ni visos de ser cierto.
Paco Márquez, desde el PP, de la única forma que responde es
yendo a la justicia y no permitiendo que se les meta en el
barrizal, imputándoles de una forma, totalmente, falsa la
comisión de algún tipo de delito electoral.
Otro lío, en el que se acaba de meter Caballas y otro
agujero que tendrán que tapar, agujero que han elaborado
ellos mismos, para no ver el auténtico problema que tienen
sobre sí por la marcha, recientemente, de Musa Rahal.
Las hemerotecas para algo están y si uno echa mano de estas
se dará cuenta de que, desde esta misma columna, ya hace
meses, venimos escribiendo sobre el calor o el sofoco que
van a aportar las elecciones del 20 de mayo. Pero, con todo
y eso, no imaginábamos que se pudiera entrar en asuntos tan
“bajunos” como pretenden entrar algunos que nada tienen y
con nada van a salir de los comicios de mayo.
Afortunadamente, hoy las personas, cuando van a votar, saben
lo que buscan, las ideologías fantasmagóricas han quedado
atrás y a nadie le van a dar gato por liebre y a nadie se le
va a ocurrir votar favorablemente a una candidatura que lo
único que aporta son problemas, alborotos y desprestigio
para el Ayuntamiento y para la ciudad. ¿Hacia donde va
Caballas? Su ritmo es errático y sin ton, ni son.
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