Uno de los grandes males que azota
a esta sociedad en la que vivimos es, sin duda alguna, la
enorme corrupción que existe y que lleva consigo, que el
personal no vea con muy buenos ojos a nuestra clase
política.
Ya saben, según dicen, que las clase política es uno de los
problemas de la sociedad que, cada día, está menos
considerada entre la ciudadanía, y todo por culpa de unos
desaprensivos que entran en la política con el único fin de
enriquecerse a costa de los de los demás.
Por el bien de la clase política se deben depurar, de una
vez por todas, todos esos casos de corrupción, caiga quien
caiga y vaya a al “trena” se llame como se llame o ostente
el cargo que ostente. Todo antes que la clase política que
ya está bastante deteriorada, a los ojos del personal, se
siga deteriorando más.
Se habla de forma constantemente de los “trajes de Camps”.
Todos tenemos la presunción de inocencia mientras no se
demuestre lo contrario. Habrá que espera la decisión de los
jueces para saber si es culpable o inocente.
Si el jurado lo considera culpable pues, sin pensarlo mucho,
que pague la condena que le sea impuesta. Lo que no se puede
hacer de ninguna de las maneras es prejuzgar a alguien por
algo que los jueces aún no han decido si es culpable o
inocente.
Pasa exactamente igual que con el asunto de los ERE y las
prejubilaciones de Andalucía. Unas prejubilaciones, al
parecer, falsas de las que se han beneficiados algunos
personajes y a la espera de que salgan más de esos
beneficiados por los ERE y las prejubilaciones.
No somos nadie para juzgar si han cometido delito o no. Eso
lo tendrán que decidir los jueces llegado el momento.
Mientras a igual que en el caso de Camps, todos ellos tienen
la presunción de inocencia.
Lo que no entiendo muy bien quizás porque mi cerebro no da
más de si, es la negativa del Presidente de la Junta de
Andalucía, a aceptar que se cree una comisión de
investigación sobre el mencionado asunto. Si no hay nada que
ocultar, ni temer, qué problema existe para aprobar esa
comisión de investigación. No lo entiendo.
Lo que no se puede hacer, de ninguna de las maneras, es que
para algunos personajillos, no les llamo personajes,
condenar a Camps como el malo de la película, sobre el que
debe caer todo el peso de la justicia, mientras que todos
estos del ERE y las prejubilaciones, sean unos benditos de
Dios.
La vara de medir para todas estas actuaciones de sancionar a
los aprovechados debe de ser igual para todos. No podemos
condenar a todas las penas del infierno a Camps por cuatro
trajes, y defender a quienes se han llevado, supuestamente,
setecientos millones de euros.
Y que conste que me da igual que condenen o declaren
inocente a Camps. Lo que no acepto, por mi fe ciega en la
justicia, que nadie que no sean los jueces hagan juicios
paralelos declarando culpable al de los cuatro trajes e
inocentes a los que han trincado 700 millones d euros. Creo
que hay una diferencia abismal entre 40 mil euros y 700
millones de euros ¿O no?
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