La misión que se habían encomendado Jean Paulle, Lebou,
Danielle, Francis y Dieudonnee la han cumplido y han logrado
convertirse en la primera promoción de inmigrantes de Ceuta
que ha obtenido al DELE, ese Diploma de Español como Lengua
Extranjera que a nivel internacional les acredita tener una
buena base de nuestro idioma.
Algunos de ellos recibían las buenas noticias en el propio
Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) aunque
otros, por fortuna, lograron atravesar la pasarela marítima
y a través de las nuevas tecnologías se hicieron eco de los
“sobresalientes” con los que habían sido evaluados como el
caso de Jean Paulle, que actualmente se encuentra en Jaen, y
Lebou, acogido en el hogar de un compatriota que conoció en
las instalaciones del Jaral hace años y que el destino ha
vuelto a cruzar en su camino. “Estoy sorprendido y muy
contento, es una gran noticia para mí porque así tengo un
título que presentar para poder trabajar y regularizar mis
papeles”, confesaba el joven congoleño, muy emocionado,
respondiendo así a un correo electrónico enviado desde EL
PUEBLO.
Para Danielle Nicole Mbouymeeste aprobado significaba mucho
más que una nota, un número, una nueva motivación para
continuar el aprendizaje de la lengua española. “Es una
manera de decir que puedo hacer más, que puedo leer una
noticia y saber qué significa, que puedo trabajar porque me
puedo comunicar con la gente y tengo ya un nivel”, explicaba
la joven camerunesa de apenas 20 años. Entre preguntas y
respuestas, los tres residentes se mostraban muy seguros
pero terminaron admitiendo que los nervios durante el examen
les podían haber jugado una mala pasada aunque,
afortunadamente, todo se resolvió con festejos.
Por su parte, Francis Idrisgou revelaba ser un poco tímido
puesto que era su primera entrevista en los medios de
comunicación aunque un par de bromas lograron despertar la
sonrisa del subsahariano, futbolista en su país de origen y
ahora sueña con ser conductor, tanto de taxis como de
autobuses escolares. “También me gustaría ser chófer privado
y en un futuro me encantaría formar un equipo de fútbol en
la península porque en este momento las condiciones no son
las mejores ya que llevo once meses aquí”, relataba.
Para cerrar nuestra entrevista con los jóvenes inmigrantes,
Diendonnee Bikoko, procedente de Camerún, reconocía estar
feliz porque este título y Ceuta en su totalidad le habían
dado experiencias para madurar. “Cuando llegué aquí me
sentía como una persona perdida, sin esperanzas ni nada.
Pero ahora estoy hablando de mi título y es maravilloso para
mí. Me gustaría quedarme en España, jugar al fútbol y
trabajar como intérprete”, sonreía, muy entusiasta, el
camerunés.
Orgulloso aunque humilde también se mostraba el artífice de
la implantación de este título que abre una puerta al futuro
a todos los inmigrantes por su reconocimiento internacional,
que no era otro que el “profesor Miguel”, como lo llaman sus
alumnos. “Ha sido un resultado muy positivo, inmejorable.
Son personas que tenían nivel y han sacado las mismas notas
que tenían en las pruebas que aquí les hacíamos. Hemos
tenido sobresalientes en comprensión auditiva y en redacción
escrita. Casi todos los ejercicios los han aprobado sin
ningún problema y estoy muy contento pero los que lo han
hecho posible son ellos”, admitió Miguel Ángel Pérez Triano.
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