Podemos afirmar sin concesión a vacilaciones que, desde hace
más de treinta años, el discurso político de “los pobres y
los ricos” y “la lucha de clases” se encuentra ampliamente
superado. Menos en la Cuba del patético castrismo que es el
único reducto, junto a la desdichada Corea del Norte, donde
se mantiene la cantinela marxista y su consecuencia directa
: el sometimiento del pueblo al Estado, la feroz dictadura
de las elites del Partido, el aislamiento y la ruina
económica sin paliativos.
Lo curioso del asunto es que opino que, para rescatar ese
discurso añejo, considerado por la actual intelectualidad
occidental como “más cutre que un ataúd con pegatinas” en su
esterilidad ideológica, no hay más que alargarse a Ceuta y
pegar la oreja a cualquier intervención de la Coalición
Caballas. Y pongo como ejemplo directo la última
comparecencia del grupo en rueda de prensa, idéntico
machaque “antielitista”, regreso en el tiempo a la España de
la II República con “el señorito-malo y el jornalero-bueno”,
un discurso pasado, obsoleto y caduco que históricamente
tiene más años que un saco de gnomos.
¿Blanco de las críticas anticapitalistas?: La Escuela
Ecuestre y sus actividades. Precisamente cuando todo
Occidente se vuelca en cualquier tipo de actividades con
animales, por considerarlas ecológicas y didácticas, cuando
hasta el pueblo más humilde de nuestra geografía trata
desesperadamente de ofertar, de cara al turismo rural
llamado también “el turismo que busca lugares con encanto”,
rutas a caballo, excursiones con caballos, terapias con
equinos para niños y jóvenes con hiperactividad, déficit de
atención, síndrome de Down y diversas patologías, por
haberse demostrado lo extraordinariamente beneficiosas que
resultan, talleres para la infancia y la juventud donde
aprenden a “tratar con caballos” porque existen estudios
sobre el incremento del sentido de la responsabilidad de
quienes lo realizan. Resumiendo, cuando la civilización, la
cultura, el progreso y la sensibilidad ecológica aplauden,
apoyan y reconocen las ventajas de estas actividades que
potencian lo mejor del ser humano, llegan los paletos de la
Coalición Caballas con su retahíla absurda del “elitismo” y
de “los parados”.
Según ellos en Ceuta “unos montan a caballo y otros están en
el paro”. Y en toda Europa unos son altos ejecutivos y otros
se encuentran sin ingresos. Y unos viven en mansiones y
otros en viviendas sociales. Pero todos, los unos y los
otros, han tenido la oportunidad de la educación gratuita.
Si han querido estudiar y prepararse lo han hecho, si
quieren acudir a talleres de formación, uno tras otro, lo
pueden hacer. En la sociedad occidental hay una ventaja: la
accesibilidad de la educación, la capacitación y la cultura.
Y lo que es más importante : la libertad que se le otorga a
la persona para aprovecharse o no aprovecharse de esas
inmensas ventajas y privilegios.
Los hay como mi padre, Luisico, que en los durísimos tiempos
del Protectorado Español en Marruecos, hizo sus estudios de
bachillerato copiando a mano los libros de sus compañeros y
estudiando en el campo mientras cuidaba a las cabras. Sí,
existen hombres y mujeres así. Siempre han existido y más
existirán en estos tiempos donde todo son ventajas y
facilidades, privilegiados y no muchachos como mi padre, que
tuvo que alistarse en la Mehalla,en las tropas nómadas, para
poder estudiar gratis contabilidad, cálculo mercantil,
estadística, comercio, francés y árabe durante los cuatro
años que permaneció allí, en las oficinas y , curiosamente,
cuidando a los caballos de su regimiento. Aquella era una
tropa que siempre iba a caballo, uno de los cuerpos más
duros del Ejército Español, donde, por aquel entonces había
dos españoles : el capitán y mi padre. El resto eran rifeños,
los más bravos, valientes y mejores jinetes de todos los
ejércitos, incluyendo caballería.
Pero el tema de el afán de superación y de estudio, la
fuerza de voluntad individual que lleva a superar los
mayores obstáculos, las ansias de aprender y de progresar y
la disciplina del esfuerzo, el sacrificio y el valor para
superar las dificultades, ese asunto no es para tratarlo en
este análisis. Cada cual nace con los redaños y con los
cojones que Dios le da. Y así le va. Porque es una minoría
la que nace con una cuchara de plata en la boca.
Es una inmensa mayoría la que pertenece a la España que
madruga. Ayer para ir a trabajar hoy, desgraciadamente,
mitad y mitad, unos al trabajo, otros a las tristes colas
del INEM y muchos a las colas aún más tristes de consulados
y embajadas de países que ofertan empleo para trabajadores
que quieran emigrar. Lo más lindo de la mejor de las
juventudes españolas está pidiendo ayudas para intensivos de
alemán de diez horas diarias para aprovechar la oferta de
Ángela Merkel, la mano de obra cualificada y trabajosamente
preparada mira hacia los Países Escandinavos o hacia Nueva
Zelanda.
Los profesionales del ladrillo andaluz recogen las cosechas
bajo el frío de Lérida y luego van bajando por la costa
catalana hasta llegar al levante. Ayer trabajadores
cualificados, hoy temporeros, con un par de cojones. Porque
es así como fue Luisico, mi padre, que empollaba los libros
de matemáticas mientras se recorría los zocos del norte de
Marruecos haciendo las estadísticas con su capitán. Con un
par de huevos. Como somos.Y tal vez por eso me repele aún
más el discurso lastimero de Caballas, con su queja sobre
“los parados” pregonada precisamente para que la oigan “los
parados” y les voten. ¿Parados en Ceuta? Cuatro millones
cuatrocientas mil criaturas están en el paro en toda España
. Y en ningún lugar he escuchado el que, la solución del
paro tenga que venir directamente de mano del empleo
público, no estamos en un país comunista donde todos se
encuentran trabajando para el Estado, sino en una economía
liberal donde son las empresas quienes contratan a los
trabajadores.
Y obligar duramente, con auténtica presión a los tiburones
de la Banca a que concedan créditos blandos para crear
empresas y producir riqueza, esa sí es una solución eficaz.
¿Qué se nacionalicen y se intervengan aquellos bancos que no
ayuden a potenciar el crecimiento económico y laboral?
¡Maravilloso! España entera aplaudiendo en la puerta el día
de la intervención.
Pero esa alta política nada tiene que ver con el cutrerío
infame de denunciar la creación de una Escuela Ecuestre con
el potencial didáctico, educativo y deportivo que conlleva.
Y el empleo público es un parche, que no una solución. ¿Qué
la Coalición Caballas quiere contribuir al progreso y al
desarrollo? Que publicite la nueva escuela de la
construcción, que motive a quienes pueda para que se
entusiasmen con la preparación, la formación y el estudio.
Que de caña a sus electores para que se pongan las pilas y
nunca, jamás, desperdicien una oportunidad de aprender
porque, el saber y la cultura son los auténticos pilares de
la libertad del ser humano. Y de paso que Caballas dé guerra
a la Banca y a los banqueros, ellos su avaricia y sus
hipotecas de mierda son quienes tienen de rodillas a los
españoles y frenan el crecimiento y el progreso.
El discurso tardomarxista no se lo tragan ni los alumnos de
los parvularios de La Habana. No sirve. Nada aporta. El
discurso no debe ser el deprimente latiguillo de “las elites
y los parados” cuando precisamente una de las mayores elites
de España la componen los miles de liberados sindicales.
El discurso en realista, en recto y en positivo debe decir :
Quienes han tenido suerte en la vida y quienes no la han
tenido pero están firmemente decididos a salir a buscarla.
Y mientras tanto conseguir que cualquier niño de Ceuta que
lo sienta y lo desee pueda vivir una de las actividades más
plenas y hermosas: aprender a susurrar a los caballos.
Hacerse susurrador.
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