Asociaciones, residentes del CETI y ciudadanos de Ceuta
respaldaron ayer otra concentración planificada por los 20
indios de la ciudad junto a la Asociación Elín, en la que un
manifiesto reivindicativo y un puzzle humano sellaron el
acto. Los inmigrantes serán recibidos por el delegado del
Gobierno el lunes para dialogar.
Apoyo, respaldo y fuerzas para seguir luchando por un
objetivo perseguido desde hace 4 años fue lo que recibieron,
por parte de ceutíes, representantes de asociaciones y ONG’s,
y varios residentes del CETI, los 20 indios que aun
permanecen en la ciudad en la segunda concentración
desarrollada en la Plaza de los Reyes, que quedó sellada no
sólo por el puzzle humano que más de cien personas
conformaron sino con la entrega de un dossier en la propia
Delegación del Gobierno.
Dicho documento, compuesto por manifiestos y recortes de
prensa que los inmigrantes han recogido en este tiempo de
intriga en el que no se les da una solución al limbo
jurídico en el que viven, por lo que no dudaron en suplicar
que se “rompiese el silencio” y se les diera una “respuesta”
ante la inminente orden de expulsión que podría recaer en
ellos tras la visita de representantes de su Embajada a las
instalaciones del Jaral. Por ello, para obtener una
respuesta, los indios solicitaron una entrevista con el
propio delegado del Gobierno, José Fernández Chacón, que
será postergada hasta el próximo lunes, a las seis de la
tarde, según confirmó Jesús Castro, portavoz ayer de la
Asociación Elín.
Entre las peticiones que se desprendieron del manifiesto
relatado por Rocky, portavoz del colectivo, “que nos
trasladen a la península y nos permitan regularizarnos para
que puedan ser reconocidos nuestros derechos como `personas,
que sean oídas las recomendaciones que la Comisión Europea
hace al Gobierno español y que el delegado del Gobierno nos
reciba y nos de una respuesta a esta situación de
inseguridad e incertidumbre”, alegó Rocky.
Por su parte, el presidente de la Comunidad Hindú de Ceuta,
Ramesh Chandiramani, mostró una vez más el apoyo y respaldo
dado durante todo este tiempo a los 20 indios y partió una
lanza a favor de sus compatriotas ya que “es tiempo de que
esto se resuelva favorablemente para ellos”. Cabe recordar
que la Comunidad Hindú ha dotado al colectivo de
medicamentos, alimentos y enseres durante estos cuatro años,
sobre todo, cuando permanecieron en el monte, además de
“intentar solucionar sus problemas, no sólo humanos sino
también educativos”, concretó Chandiramani. Mientras tanto,
el silencio continúa rodeando a los 20 indios de la ciudad.
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Un largo viaje que ellos mismos relatan a los ceutíes
Tal y como estaba previsto, los
indios hicieron lectura de un manifiesto reivindicativo en
el que, además, relataron su historia para que fuese oída
por todos los presentes, y que este medio de comunicación
reproduce casi en su totalidad. “Iniciamos este viaje hace 7
años desde la India, engañados por las mafias, sufriendo
mucho hasta llegar a Ceuta. Hemos visto morir a amigos en el
desierto, hemos arruinado a nuestras familias, que nos
enviaban dinero para poder continuar y no quedar en el
camino. Una vez aquí, comenzamos a vivir en el CETI pero
huimos al monte por miedo a ser deportados. Allí hemos
estado más de 2 años con la dureza que supone vivir en la
calle. Recogimos firmas para poder salir y de las 8.000,
5.000 fueron de Ceuta. Gracias a vuestro apoyo y el de
distintas organizaciones, el Gobierno español nos prometió
que nos enviaría a la península para poder encontrar una
salida a nuestra situación y así lo hizo con 34 de nosotros
a principios del año pasado. Pero 20 quedamos aquí y no
sabemos por qué. En las últimas semanas ha venido a vernos
nuestra Embajada y siempre que ha ocurrido eso, ha sido para
deportarnos a nuestros país. Tenemos miedo porque hemos
sufrido mucho y nos parece inhumano que el Gobierno español
quiera expulsarnos después de 4 años sin darnos una
respuesta. Incluso la Comisión Europea le pide al Gobierno
español en su cuarto informe, que de una solución para los
indios de Ceuta y Melilla. No nos pueden seguir tratándonos
así, no podemos trabajar, no podemos regularizarnos, no
tenemos futuro”.
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