Gritos, jóvenes enzarzados a puñetazos y mucha gente mirando
es lo que encontró anoche la Policía Nacional cuando se
desplazó al céntrico barrio Patio Castillo por el aviso de
alguien de la zona. Los agentes no practicaron ninguna
detención e informaron a varios de los que se vieron
envueltos en el altercado, entre ellos al herido, de que
después de someterse a una cura podía denunciar a sus
agresores.
Un hombre herido leve, concretamente con un corte en la
boca, fue el resultado de la masiva pelea que rompió la
calma de la noche sobre las diez y media. Una ambulancia del
061 trasladó a esta persona al servicio de urgencias para
ser curado.
Una dotación de ocho agentes de Policía entró desde la calle
Real por el Callejón del Peligro a la plazoleta donde
confluyen varias de las estrechas calles del barrio y se
topó con entre 80 y 100 personas, entre los participantes en
la gresca y curiosos. Los agentes separaron a los
contendientes y ofrecieron al herido y a otros que sufrieron
golpes la posibilidad de curarse en los servicios de
urgencias. Los policías permanecieron en el centro de la
plaza mientras un grupo de jóvenes miraba. “A uno le han
reventado la boca”, dijo uno de ellos.
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