El consejero de Fomento, Rafael Marín, anunció ayer que tras
el convenio firmado la semana pasada con la empresa Osborne,
la silueta desmontada llegará a Melilla por vía marítima,
incluyendo los anclajes de cimentación. El día 18 está
prevista la llegada de los operarios que realizarán su labor
en un tiempo aproximado de diez días. Con lo cual, a finales
de este mismo mes, el Toro de Osborne, “Dios mediante y si
el tiempo no lo impide, como dice el símil taurino”, dijo
Marín, lucirá en el barranco de Cabrerizas, junto a los
depósitos de agua, en una zona “vallada y vigilada”.
El 7 de febrero se aprobó en Consejo de Gobierno el borrador
del convenio para traer el toro a Melilla. Diarios
nacionales se hicieron eco de la noticia, por lo que la
empresa Osborne, en su proceso de clipping pasó de tener
varias páginas diarias a 50 llenas de noticias haciendo
referencia a la silueta que vendría a Melilla. Así se lo
contaron al consejero de Fomento cuando el pasado 24 de
febrero se desplazó a El Puerto de Santa María para firmar
el convenio con la empresa.
Dicho convenio establece que Osborne aporta la silueta, la
fabricación, el transporte, el montaje y el mantenimiento
del toro y la Ciudad Autónoma aporta los compromisos
técnicos suficientes para la estabilidad del mismo y “nos
comprometemos a hacer la cimentación correspondiente”,
declaró el consejero, quien explicó las características del
símbolo: tiene una altura de 13,80 metros, “aproximadamente
cinco pisos de altura”, una longitud de 14 metros, un peso
de 4.000 kilogramos, una superficie de 150 metros cuadrados,
formada por 70 chapas de 1,90 x 0,90, con 2 milímetros de
espesor y se usarán 50 kilogramos de pintura negra.
La orientación que tendrá el toro será de “este-oeste,
dirigido para que coja de perfil a lo que serán los vientos
dominantes, levante y poniente”, subrayó Rafael Marín.
A partir del 14 de marzo, cuando “la marca España”, como la
definió el consejero, llegue a la ciudad, se procederá a la
cimentación, “compuesta por cuatro zapatas de 3 x 1 metros,
de hormigón armado, donde se anclarán las esperas”.
El tiempo de montaje estimado es de diez días, a contar
desde la llegada de los operarios el día 18, siendo a
finales de este mes cuando esté culminado el proceso. El
toro quedará inaugurado con una comitiva de la empresa
Osborne que se trasladará hasta la ciudad y “quizás haya
alguna actuación interesante patrocinada por el grupo”.
El consejero de Fomento no quiso dejar pasar la oportunidad
para dar las gracias por la facilidad para implantar la
silueta en Melilla, por parte de la empresa, la cual ha
valorado muy positivamente el hecho de que esto haya
sucedido por “petición popular. Nosotros le habíamos
advertido y ellos se metían en las redes sociales
correspondientes y se dieron cuenta de lo que pasaba”. De
hecho, desde entonces están “desbordados” por las peticiones
de otras ciudades que quieren seguir los pasos de Melilla y
contar también con su Toro de Osborne. Ceuta, que ya tuvo la
silueta una vez, está interesada en recuperarla y hará “los
trámites pertinentes” para ello, aseguró Rafael Marín.
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