Y no hemos entrado, oficialmente,
en campaña, pero como quien siembra vientos recoge
tempestades, los primeros reveses, a nivel institucional se
producen en UDCE.
No ha hecho más que resquebrajarse uno de los ángulos del
partido y no hay más que ver el panorama, para darse cuenta
de que ese partido serio, que no caía mal a nadie, está
“firmando” su partida de defunción.
En el grupo político, salvo los más incondicionales de
Mohamed Alí, todos se dan cuenta de que se ha iniciado una
espiral de la que nada positivo para UDCE va a salir.
Y todo esto cuando no han hecho más que aparecer los
resultados que diversas encuestas avanzan unos “posibles”
resultados para el 22 de mayo.
Es lo que faltaba, que ya se anticipen resultados, más que
fiables, y en esos resultados aparezca el desastre,
hipotéticamente, del grupo Caballas.
Y a río revuelto ganancia de pescadores, por lo que otros
grupos se posicionan y no, precisamente, para defender a
Mohamed Alí y a su partido, no digamos a Aróstegui, más bien
valorando al alza la decisión de Musa Rahal.
A lo largo del tiempo que lleva en política, especialmente,
como secretario general del PSOE de Ceuta, José Antonio
Carracao no ha sido muy dado a meterse en casa ajena y si
bien es cierto que, en más de una ocasión, ha tenido
discrepancias con el PP, por razones de partido, con los
demás ni ha sido crítico, ni ha entrado en lo que hacían o
dejaban de hacer.
Esto es lo que me ha llamado la atención, cuando aquí y
ahora sí ha mostrado su clara posición, con estos términos:”Rahal
es una persona seria, honesta y buena persona en política”.
Además de esto le tilda de “coherente y valiente por decir
lo que piensa”. El mensaje, cifrado o no, ya lo deben haber
recibido en su justo destino.
Entre tanto, en el PP no parece que les interese mucho lo
que hay en el grupo que lidera y era indiscutible Mohamed
Alí. A pesar de ello, porque cualquier publicidad ayuda un
poco más en estos momentos, Juan Manuel Doncel apuntaba al
centro del grupo político de UDCE, en estos términos:”En
realidad, lo que ha ocurrido con Musa Rahal determina que no
había una unanimidad dentro de UDCE, en relación a la unión
con Aróstegui”. Otra vez el mismo caballo de batalla, y el
punto negro de todo el conflicto, desde el primer día.
Está claro que no hace sangre, ni lo intenta, pero marca
algo que era ya, de sobra, conocido por parte de todos,
tanto dentro como fuera, desde que se iniciaron las
conversaciones.
Y también un grupo que debiera estar cercano a UDCE, como es
el PDSC, marcha en una línea muy similar a todos los demás,
en este asunto:” Se confirma el hecho de que esta coalición
entre Alí y Aróstegui sólo está motivada por intereses
particulares”.
Más claro no se puede ser. No queda ninguna duda. Desde
todas las partes se apunta al centro de la misma diana,
donde aparece, querámoslo o no, Juan Luis Aróstegui, que
también aquí, como en todo lo que ha tocado, en la política,
entra como el “caballo de Atila” y deja toda la situación
arrasada, y sin posibilidades de recuperación.
A partir de ahora ¿Existe, realmente, UDCE?. Sobre el papel,
sí, pero en realidad no quedan más que unas siglas metidas
en un grupo que no está orientado a ninguna parte. No hay
más.
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