En relación con la nota de prensa suscrita por Septem Nostra
y titulada “Patella ferruginea y propuestas inapropiadas”
debo replicar abiertamente, en nombre de todos los
científicos aludidos en la misma, lo siguiente:
En primer lugar, me dirijo directamente a don Óscar Ocaña
(probablemente el único o principal mentor de la nota antes
referida) que consciente del efecto “boomerang” que para él
pudiera tener su estólido y lamentable comunicado, rehúsa
del protagonismo que tanto le agrada exhibir en los medios,
ocultando la identidad bajo el paraguas de Septem Nostra.
En segundo lugar, Sr. Ocaña, las Microrreservas Marinas
Artificiales, promovidas por investigadores del Laboratorio
de Biología Marina de la Universidad de Sevilla, no
constituyen una frivolidad, sino que han sido sólidamente
argumentadas y publicadas (como propuesta de nueva figura de
protección) en la revista científica internacional Marine
Ecology (2010), después de su pertinente debate y defensa en
el ámbito de la misma. Pero, por lo que se aprecia, usted lo
desconoce.
En tercer lugar, la base científica de nuestra propuesta se
sustenta en un arduo, extenso y silente trabajo de
investigación desarrollado fundamentalmente en el litoral
ceutí, publicado a su vez en revistas científicas de
prestigio donde los controles de calidad son muy estrictos,
todo ello en aras de contribuir a proteger y “reflotar” la
especie Patella ferruginea, considerada en peligro de
extinción.
En cuarto lugar, Sr. Ocaña, si usted se precia de ser
científico, debe dedicar tiempo a investigar para demostrar
lo “inapropiadas” que son nuestras propuestas, y a conseguir
que sus argumentos le sean reconocidos en una selectiva
revista científica en la que sus evaluadores le otorguen la
venia. Si supera esta línea de corte, habrá encontrado el
camino correcto de la legítima discrepancia científica, lo
que no obsta para que, con posterioridad, pudiera difundir
en prensa los resultados. Usted demuestra un clamoroso
déficit de conocimiento sobre la cuestión, pero a cambio se
regodea del ”chascarrillo generalizado que gobernó durante
un tiempo en el ámbito ecologista al conocerse la opinión de
Septem Nostra (sobre nuestra propuesta, claro)”, lamentable
frase que le retrata.
En quinto lugar, para no eludir el tema de fondo, nuestras
propuestas van en la línea de promover “Microrreservas
Marinas Artificiales” como nueva figura de protección, con
el fin de crear una futura red de ellas, y no de proponer
sólo una en el interior del puerto, la cual, por otra parte,
estaría justificada porque dentro de aquél, para su
información, hay en torno a 4000 efectivos de Patella
ferruginea (¡cuatro veces más que los censados en toda la
península Ibérica, apenas un millar!); en total, en el
puerto de Ceuta, hay más de 14.000 ejemplares (establecidos
sobre sus diques y escolleras de forma natural), esto es
–por seguir con la comparativa- más de catorce veces la
totalidad de los censados en la península Ibérica. Por
tanto, el puerto de Ceuta es único en el mundo por la
explicitada peculiaridad biológica y por actuar, de facto,
como una reserva artificial de la especie. El gran reto de
tan colosal paradigma, sin parangón a nivel mundial, es que
tal puerto debe gestionarse adecuadamente en el futuro
teniendo como telón de fondo la salvaguarda y protección de
aquélla. Tal objetivo implica, pues, que este enclave pueda
seguir desarrollando las actividades que le son inherentes a
la vez que convertir la presencia masiva de la especie
protegida en un “activo ecológico, ambiental y social” (y no
asumir con ella un eterno y recurrente problema). Una de las
posibles vías de salida a este tipo de casos la constituyen,
a nuestro modo de ver, las Microrreservas Marinas
Artificiales.
En sexto lugar, Patella ferruginea es una buena indicadora
de calidad ambiental de las aguas, y, en el puerto de Ceuta,
hay zonas de diferente perfil en tal sentido: peores las más
embolsadas, mejores las más próximas al corredor
hidrodinámico existente entre La Bocana y el Foso, en torno
al cual se ubican los aproximadamente 4000 ejemplares antes
mencionados. Por tanto, Sr. Ocaña, ha pretendido
torticeramente mezclarlo todo –aguas fecales incluidas-,
evitando realizar la expresada distinción con la finalidad
de trasladar a la opinión pública y a otras asociaciones
ecologistas que nuestra propuesta de combinar “interior del
puerto”, “reserva”, “contaminación” y “Patella ferruginea”
no hay por donde cogerla.
En séptimo lugar, Sr. Ocaña, en su comunicado nos acusa de
“pedir siempre fondos a la ciudad en lugar de traerlos a
ella”, lo que, aparte de constituir flagrante salida de tono
en relación a la temática principal de su comunicado, es
falso porque buena parte de nuestras investigaciones en la
Ciudad se han financiado con fondos externos. Como
contrapunto, debo significarle que de lo que nos acusa
constituye su práctica habitual, con el agravante de agitar
mediáticamente sus reivindicaciones cuando éstas no se ven
satisfechas. Usted pretende desvirtuar la imagen de nuestro
equipo ante la opinión pública de Ceuta (y sus
instituciones), donde hemos trabajado con intensidad, aplomo
y sacrificio desde 1986, como pueden acreditar las
publicaciones científicas internacionales depositadas en la
biblioteca del IEC y que cualquier ceutí puede consultar
(incluso obtener los archivos pdf de las mismas). En tal
biblioteca, desearía poder encontrar, sobre Patella
ferruginea, un sólo trabajo de investigación firmado por
usted, en revista científica solvente, que avale su
trayectoria en este tema, y, lo que es más importante, que
conceda un mínimo crédito a cuanto ha defendido en su
artículo periodístico. Tras lo expuesto, calificar nuestra
propuesta de “decadente” con los argumentos que usted
utiliza y el desconcertante nivel de ignorancia que sobre la
cuestión exhibe, también le retrata.
En octavo lugar, Sr. Ocaña, en alusión al “circo
burocrático” al que hace referencia, ¿no le traicionó el
subconsciente con el habitual “circo mediático” que usted
genera en derredor? Y respecto a tildarme de “feroz vocero
en vuestra contra”, la expresión no merece mayor comentario
salvo matizarle que usted ya se basta en solitario, con sus
declaraciones, para ponerse ferozmente en contra de sí
mismo. Sobre el particular, debo recordarle su tradicional
incontinencia verbal en diversos medios de comunicación
(incluyendo TV local) contra el Laboratorio de Biología
Marina de la US, lo que contrasta con nuestra prudencia al
respecto, siendo ésta la primera vez que, por alusión
directa y después de muchos años soportando sus continuas
descalificaciones, decido abiertamente dirigirme a la prensa
para ejercer mi derecho a réplica y, de paso, disipar
públicamente dudas sobre su habitual y lamentable proceder.
En noveno lugar, Sr. Ocaña, el autobombo que una vez más se
concede en los medios, en un documento forjado para intentar
echar por tierra las iniciativas profesionales de otros a la
vez que para destacar las bondades del “entramado” del que
usted forma parte (o más bien, que usted ha creado ad hoc y
del que escribiré con denuedo tan pronto considere que lo
exigen las circunstancias), desvela muy a las claras su
penosa estrategia la cual, a la “inteligencia social” -que
usted menciona- de la ciudad, ya no puede sorprender. En
efecto, su referencia explícita a filantropismo y altruismo,
y expresiones como que “os sentís deudores de la sociedad y
alejados de la vulgaridad”, que “formáis parte de un
entramado que pretende servir a la inteligencia social de la
ciudad” y “el esfuerzo por colaborar con el Museo del Mar
que se llena de contenido con vuestro trabajo diario”, son
algunos ejemplos. Por favor, no venda más humo, aplíquese de
una vez y deje trabajar a los demás.
En décimo y último lugar, a modo de síntesis, Sr. Ocaña,
quede claro que los argumentos por los cuales respaldamos
nuestras propuestas son científicos y comprobables (con
independencia, obviamente, de que puedan ser discutibles).
Pero los suyos, con los cuales pretende rebatirlas y
descalificarlas, son completamente acientíficos, de una
vulgaridad extrema y carentes del menor rigor expositivo
reflejando, además, un palmario desconocimiento de lo que
hay escrito sobre el tema en la literatura especializada.
*Catedrático y Director del Laboratorio de Biología Marina
de la Universidad de Sevilla
|