Los responsables del mantenimiento y finalización de las
obras de La Manzana del Revellín están preocupados por los
efectos que la celebración del Concurso de Agrupaciones de
Carnaval pueda tener en este nuevo equipamiento, en
concreto, en el Auditorio, que no consideran “preparado”
para que más de 100 personas -entre miembros de las
comparsas y figurantes- entren y salgan al escenario en
apenas dos horas.
Dado lo delicado de las instalaciones, por ejemplo, de las
butacas de diseño, que cuestan “cientos de euros” cada una,
se ha contratado el servicio de una docena de vigilantes de
seguridad para que velen por el correcto desarrollo de la
velada, para la que Festejos ha anunciado ya unas estrictas
medidas en relación al uso de este espacio público.
Por otra parte, la empresa adjudicataria de las obras
realizará una “exhaustiva” revisión, con el correspondiente
informe incluso fotográfico, del estado de la sala de
conciertos una vez finalizado el concurso.
Entre tanto, continúan los trabajos de remate de la obra.
Ayer se colocó la iluminación de los soportales situados
frente a la entrada del Gran teatro Auditorio del Revellín.
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