• Tres subsaharianos heridos y uno
detenido es el resultado final de la batalla campal vivida
ayer por la mañana en la carretera de servicio del Puerto
tras una disputa por el control de las plazas de
aparcamientos y de los portes de carritos de compras, en el
alrededor de una nueva superficie comercial destinada al
‘Cash & Carry’.
La zona, habitualmente tomada por grupos de subsaharianos
que se buscan la vida con esta labor por la presencia de un
supermercado en la zona, fue ayer un escenario de golpes,
carreras y peleas que acabó con la actuación de los Cuerpos
de Seguridad (Policía Local y Policía Nacional) para frenar
una algarada en toda regla en la que dos inmigrantes
sufrieron heridas como consecuencia de una fuerte paliza y
un tercero fue empujado hacia la carretera y atropellado por
un vehículo que circulaba por la zona y que huyó del lugar
ante el cariz de los acontecimientos.
Peleas por el control
Los hechos comenzaron a producirse alrededor de las 09:45
horas, cuando se produce el primer aviso a la Policía. La
pelea se había originado por el control de los alrededores
de una nueva superficie comercial abierta recientemente en
la carretera de servicio. Los subsaharianos, la mayoría
cameruneses, que ya controlaban el espacio del supermercado
próximo quisieron ‘ampliar’ el negocio tomando mayor zona de
labor y se encontraron con otro grupo que aguardaba a
desarrollar el trabajo que los primeros ya realizaban unos
metros más allá. Ahí comenzó la bronca.
Sobre las 10:00 horas varias patrullas de la Policía Local
llegaron al lugar para intentar calmar la situación.
La presencia policial evitó males mayores, de momento,
aunque se produjeron dos heridos que fueron trasladados al
hospital. Uno de ellos fue dado de alta al poco tiempo tras
practicárseles algunas curas, el segundo quedó en
observación. Presentaban policontusiones y heridas contusas.
Este fue el resultado de la primera acción violenta en la
que participaron poco más de una decena de inmigrantes.
‘La batalla siguió’
Hubo más. La situación no terminaba por tranquilizarse y
empeoró. Sobre las 11:40 horas nuevo aviso a la Policía. Ya
eran más de 30 subsaharianos los que se afanaban en una
pelea monumental. Hasta el lugar llegaron ‘zetas’ del Cuerpo
Nacional de Policía y un grupo de la UPR pertrechados ya con
material antidisturbios. El resultado, después de la
demostración de fuerza policial, con un camerunés detenido y
otro en el hospital, herido, tras ser arrollado por un
vehículo. Alguien, en el revuelo, lo empujó hacia la
carretera y le golpeó un coche en la pierna.
Atasco monumental
La pelea, que mantuvo diversos niveles de intensidad desde
casi las diez de la mañana y duró hasta poco más de las
12:00 horas del mediodía, provocó un atasco considerable en
el camino que accede desde la zona de Benítez al Muelle
Dato, que conecta con el centro de la ciudad.
Los automovilistas padecieron retenciones impropias por
causa de unos hechos que no sólo afectan a los ciudadanos
sino a las empresas que han invertido en la zona.
La indignación entre los conductores era evidente, así como
la de los consumidores que accedían a las instalaciones.
Durante el tiempo en que estuvieron las fuerzas de
seguridad, sobre todo el Cuerpo Nacional de Policía, los
subsaharianos se mostraron más sosegados y se les invitó
reiteradamente a retornar al CETI donde residen todos los
participantes de la algarada.
Empresarios de la zona han insistido en la petición hacia
las autoridades de más control en el lugar, por lo que pueda
afectar a sus negocios.
Por otro lado, los conductores, que se vieron implicados en
el atasco, y fueron testigos directos de la multitudinaria
pelea, expresaron su repulsa por los acontecimiento y su
indignación porque, entienden, la situación podría estar
controlada para evitar casos como el sucedido. “Si no está
permitido el que haya ‘gorrillas’ ¿por qué abundan tanto por
la ciudad?, se preguntaba un indignado conductor de reparto,
disgustado por el retraso que acumulaba en su jornada
laboral”.
Este ciudadano, que evitó dar el nombre, insistió en alertar
sobre el hecho de los ‘gorrillas’ en la zona del Recinto y
Huerta Rufino y de los alrededores de los supermercados de
la ciudad para que se tomen las oportunas medidas. |