La Fundación Museo del Mar junto a Septem Nostra se
encuentran colaborando en el proyecto de limpieza del
esqueleto de un rorcual común que quedó varado en las playas
ceutíes en junio del año 2007. El animal, que fue enterrado
en una de las laderas del vertedero de Santa Catalina, fue
rescatado por el Museo del Mar en diciembre del año pasado y
las trabajadoras del Plan de Empleo han limpiado sus huesos.
La Fundación Museo del Mar junto a Septem Nostra se
encuentran colaborando en el proyecto de limpieza del
esqueleto de un rorcual común -cetáceo- que quedó varado en
las playas ceutíes en junio del año 2007. La opción que se
tomó en aquel entonces fue enterrarlo en una de las laderas
del vertedero de Santa Catalina y después de tres años y
medio, en el mes de diciembre se desenterró.
Según explicó el encargado de la catalogación en el Museo
del Mar, Juan Antonio Rosa Montes, tres empleadas de las
Brigadas del Plan de Empleo “han ido limpiando cada uno de
los huesos que han ido apareciendo”. La primera de las
actuaciones fue la extracción del esqueleto del vertedero y
trasladarlo a una zona habilitada, “el pudridero”. “Poco a
poco se han ido limpiando cada uno de los huesos y a medida
que se ha realizado esta labor, se han ido trayendo al
museo”, explicaba Rosa. Además, “al no haber estado al aire
libre, se ha acumulado un poco de humedad”. Por ello, se
saca a las puertas de las instalaciones ubicadas en el
Muelle España y así “se va el fuerte olor”. Y es que,
últimamente este Museo suele utilizarse para “las visitas
escolares”.
Tras el secado, el siguiente paso consistirá en “montar” los
huesos. “Previsiblemente se colocará la mitad del esqueleto
y la otra mitad como si fuera la piel del rorcual para que
se observe mejor. Es decir, realizar una naturalización”,
remarcó Rosa. El catalogador explicó a este diario que, por
el momento, tan sólo ha realizado “un montaje”, el de la
tortuga. “He ido aprendiendo poco a poco este trabajo”,
resaltó.
En cuanto a las especies que se pueden encontrar en el
museo, están las tortugas bobas y laud. En cuanto a los
cetáceos, se encuentra el delfín común, el ‘listado’ y
mular. También se incluye en la lista el rorcual común, tres
calderones. La principal especie es un “‘zifio’ que es muy
difícil que llegue a la costa y somos de los pocos museos
que tienen un ejemplar casi completo”, concluyó.
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