Mohamed Ali trata de mitigar el ‘efecto Rahal’ para evitar
una desbandada en sus bases y recelos entre sus militantes
más destacados que compartieron con él los éxitos de llegar
a ser el primer partido de la oposición. Las dudas internas
siguen existiendo sobre cómo debe actuar el partido y qué
papel juega ahora en la coalición.
Mitigar el ‘efecto Rahal’, esa es la preocupación ahora del
presidente de UDCE, Mohamed Ali quien ayer pasó gran parte
de la tarde atendiendo sus labores profesionales, con la
presión añadida de la actualidad política que -en esta
ocasión- se situaba en su propia casa.
EL PUEBLO intentó ayer contactar con Ali en numerosas
ocasiones, pero la atención a los detenidos de la última
operación policial contra la inmigración, resultó la excusa
adecuada para ir postergando, llamada tras llamada, la
valoración que se le solicitaba sobre la situación que se
podría producir en su partido tras el abandono de sus cargos
de Musa Rahal.
En el seno de UDCE existe resquemor silencioso, pero
evidente, en relación a qué espacio cederá el partido ante
el PSPC. Los históricos de Unión Demócrata Ceutí, que
recorrieron junto a Ali el camino del proyecto político
árabo-musulmán pero con espíritu público laicista, recelan
de los actuales coaligados. La experiencia de IU no ha sido,
para ellos, la mejor muestra para volver a confiar, esta vez
en el PSPC del ‘viejo rockero de la izquierda ceutí’, Juan
Luis Aróstegui.
Muchos de los que mantienen cierta memoria histórica
recuerdan sus opiniones jupetirianas respecto a la población
musulmana de Ceuta.
“Emigrantes marroquíes”
En su libro ‘Ceuta a corazón abierto’, editado en 2002,
trató a los árabo-musulmanes como “emigrantes marroquíes que
se asientan en Ceuta sin compartir nuestra nacionalidad, ni
nuestro proyecto de vida”. Esto aún se recuerda, y de ello
se recela.
Pero más allá de esta opinión de Aróstegui, en el recuerdo
de la memoria histórica, el reparto de puestos en la lista
de la coalición junto con el panorama que se ofrece desde
las encuestas realizadas por solventes empresas
demoscópicas, que auguran datos similares al PP y aumento al
PSOE, provocan cierto estupor.
Figuras relevantes en UDCE a lo largo de estos años podrían
verse relegadas al ostracismo por la irrupción de personajes
del “pasado añejo”, como apuntó un militante discrepante del
presidente Ali.
La proliferación, por otro lado, de formaciones musulmanas
no le hacen, precisamente un favor a Alí y a sus
aspiraciones. Este análisis es compartido por muchos
votantes de UDCE que manifiestan su contrariedad por los
posicionamientos de su hasta ahora presidente.
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