PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 1 DE MARZO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS POLÍTICO

Musa Rahal: la honradez

Por Nuria de Madariaga


Resulta poco menos que extraordinario que en estos tiempos de clientelismo e intereses creados, con la ambición personal y la dejación de los valores como elementos predominantes, aparezca un hombre como Musa Rahal, para demostrarnos que “todo” no se ha abaratado “tanto” y que, para esperanza de la sociedad, continúan existiendo hombres capaces de renunciar a posiciones relevantes por algo tan primordial como es la defensa de sus principios.

A Musa Rahal le conocemos como “histórico” de UDCE, allí estuvo en su fundación ante notario. Y siempre ha estado, fiel e inquebrantable junto a Mohamed Alí, es decir, junto al “auténtico” y prometedor Mohamed Alí de hasta hace unos meses, cuando, por una mala jugada del destino, perdió su “baraka” para entrar en una especie de suicidio político que ya va pasándole factura.

No ha sido la renuncia de Musa a la Secretaría General y a la Secretaría de Organización de UDCE una “deserción” sino una necesidad ética con un todo de imperativo moral. Prefiere el “no estar” a aparecer cómplice de un modo de actuar con el que discrepa abiertamente y que no puede compartir, porque el silencio significa de alguna manera aceptación y los valores que, este político histórico, ha defendido a capa y espada, nada tiene que ver con lo que representa la Coalición Caballas.

Se lamenta Musa, con auténtica pena, de estar siendo testigo de un desmoronamiento gradual de la idiosincrasia de UDCE, de la destrucción de un proyecto en el que, Mohamed Alí y él mismo habían puesto trabajo, ilusión y empeño, de cara a un sector del electorado al que trataban de representar con honradez, rectitud y consenso cuando fuere necesario. UDCE ha sido siempre una formación esencialmente “constructiva”, la actual Coalición Caballas es una destructiva espiral de enfrentamientos con la ciudadanía, de enfrentamientos entre la ciudadanía, de broncas estériles, de insultos y menosprecios inaceptables para el espíritu original de la genuina UDCE. Hoy en versión ligth, descafeinada, desvirtuada en el fondo y en la forma. De alguna manera pervertida y secuestrada de manos de la propuesta envenenada de la Coalición.

Si Musa Rahal, el fidelísimo, el que siempre supo “ser y estar” renuncia a todo y abandona porque tal vez no quiera asistir en directo ni ser complaciente partícipe de la pérdida de identidad de su partido ¿Qué no pensarán las bases? Si el actual Mohamed Alí ha perdido la confianza de su más cercano ¿Qué no habrá perdido de los “lejanos”?.

La solución a esta catástrofe no puede pasar más que por una postura de firmeza y de fuerza por parte de la UDCE que le permita conservar su integridad y repescar a su electorado, relegando definitivamente cualquier asociación “real” con Aróstegui y los suyos, manifestando su deseo de capitanear de nuevo la nave en solitario, rechazando lo que, hasta ahora ha significado la Coalición, retomando el poder total y “obligando” a Musa Rajal a regresar a la auténtica UDCE al demostrarle que, este “experimento” ha sido una anécdota de mal gusto, un lapsus imperdonable, una tóxica y lamentable intentona con resultados catastróficos.

A Mohamed Alí una única afirmación: ningún partido puede permitirse el lujo de perder a los más leales de sus prohombres. Y un consejo: “De sabios es errar, de necios insistir en el error”.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto