El grupo GIAM (Grupo Ibérico de Aves Marinas) participa en
dos proyectos a lo largo del año para avistar aves. Uno se
desarrolla a nivel de Ceuta y la península Ibérica, es el
RAM (Red de observación de aves y mamíferos marinos), y se
lleva a cabo el primer sábado de cada mes. El segundo es un
seguimiento anual intensivo entre el 15 de octubre y el 15
de noviembre, a nivel local, de las aves que pasan por
Ceuta.
Ceuta es el paso migratorio de aves de Europa a África y
viceversa a través del Estrecho. Un detalle que la convierte
en un lugar idóneo para el avistamiento de aves. Numerosas
especies, entre las que destacan las rapaces, las cicónidas,
los paseriformes y la Pardela cenicienta se dejan ver en su
paseo por el cielo.
Especializados en realizar estos seguimientos, existen en la
ciudad varios grupos, entre los que destaca el Grupo Ibérico
de Aves Marinas (GIAM), con el que EL PUEBLO pasó una
jornada de avistamiento, en la cual su coordinador, Miguel
López Rodrigo, explicó las peculiaridades de avistar aves en
Ceuta.
“No sé si hoy será un buen día, se ven mejor con levante
moderado”, empieza López. “Las aves apenas bajan a tierra,
solo para reproducirse, por eso es difícil verlas, pero
Ceuta es peculiar en su forma y cuando las aves emigran, la
bordean en su salida hacia el Estrecho, y se dejan ver
incluso sin prismáticos. Por eso la costa de Ceuta es zona
protegida”, explica.
El avistamiento de aves en la ciudad se centra en dos
proyectos. El primero, que se desarrolla también a nivel de
la península Ibérica, es el RAM (Red de observación de aves
y mamíferos marinos). Consiste en que, los primeros sábados
de cada mes, se hace un seguimiento de las aves que pasan
por España y Portugal. Entre otros datos, se apunta la
fenología, que analiza el tiempo que un ave está en un
sitio, en relación a los factores climáticos y a sus ciclos
de vida. Por otro lado, está el seguimiento anual intensivo
que, entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre, se realiza
a nivel local de las aves que pasan por Ceuta. Durante su
última edición, ocho voluntarios estuvieron avistando
durante 113 horas. “Teníamos previsto ver unas 140 ó 150 mil
Pardelas cenicientas, y vimos el triple”, rememora López.
Lo fundamental para iniciarse en esta afición es una guía de
aves y unos prismáticos. “Lo malo es que la gente de Ceuta
no se anima, sólo se apuntan los que vienen de fuera, pero
claro, cuando profundizan y podrían enseñar, se van de
Ceuta”, concluye.
|