ACTUALIDAD - DOMINGO, 27 DE FEBRERO DE 2011

CEUTA
Redacción
ceuta@elpueblodeceuta.com

Con motivo del cincuenta aniversario de la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se celebró, el pasado jueves 24 de febrero en la sede en París de la institución, una reunión que corrió a cargo del Secretario General de OCDE, el mexicano Ángel Gurría; y en la que participaron el senador ceutí del Partido Popular Nicolás Fernández Cucurull, y el senador del Grupo Socialista Arcadio Díaz Tejera, en representación de los parlamentarios españoles.

El senador ceutí del Partido Popular Nicolás Fernández Cucurull, y el senador del Grupo Socialista Arcadio Díaz Tejera, acudieron el pasado jueves, en representación de los parlamentarios españoles, a una reunión en la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), situada en París, con motivo de los actos de celebración del 50 aniversario de dicha institución internacional.

La reunión, que fue calificada por la entidad organizadora como “seminario parlamentario de alto nivel”, fue inaugurada por el Secretario General de OCDE, el mexicano Ángel Gurría, que protagonizó el discurso de apertura. Durante éste, Gurría ofreció una panorámica general de la situación de la economía mundial tras la fuerte crisis de los últimos años. En un momento en que empiezan a observarse síntomas de recuperación a nivel mundial, el Secretario General quiso hacer una especial incidencia en la cara humana de esa recuperación y en el diseño de estrategias para combatir la pobreza y la exclusión social; los históricos niveles de desempleo, especialmente entre los jóvenes, implican la necesidad de poner en marcha actuaciones urgentes para evitar “generaciones perdidas”, así como tratar de anticiparse al futuro procurando la formación necesaria en los nuevos trabajos que demande el mercado laboral.

De esta manera, la organización está trabajando en un “programa internacional de asistencia en la formación de adultos”, que ofrecerá a los gobiernos como herramienta para mejorar, en cantidad y calidad, los conocimientos y habilidades de los trabajadores.

Del mismo modo, se refirió a la innovación como fuente generadora del llamado “crecimiento verde”, es decir un desarrollo compatible con la protección del medio ambiente. En este sentido, se apuntó que, tras el mandato recibido del “Consejo de la OCDE a Nivel Ministerial” en el año 2009, se han seguido desarrollando estrategias para un desarrollo económico compatible con la protección medioambiental, que serán puestas al día en la próxima reunión del citado Consejo, prevista para el próximo mes de mayo.

Durante el seminario también se apeló a la necesidad de impulsar el potencial de las mujeres, y al diseño de nuevos indicadores para medir el bienestar. Hizo también un repaso de cómo la OCDE ha seguido incorporando naciones como nuevos miembros, siempre bajo el espíritu fundacional de “alcanzar pacíficas y armoniosas relaciones entre los pueblos del mundo”. Para finalizar, apeló a la conveniencia de trabajar con los parlamentarios a fin de conectar las políticas con las personas.
 

El bienestar: La felicidad no depende solo del dinero

Uno de los temas abordados durante la reunión fue la iniciativa puesta en marcha por la OCDE para lograr nuevos indicadores para medir el progreso y el bienestar, que no estén basados únicamente en la renta per cápita. La organización ha detectado un sentimiento creciente en todo el mundo: el tener en cuenta, a la hora de analizar la calidad de vida, otros factores que van más allá de los ingresos económicos, o, dicho de otra manera, que la felicidad no depende solamente del dinero. Para anticiparse a esa necesidad, la organización está elaborando nuevos indicadores que medirán cuestiones tales como condiciones materiales, trabajo y vida, estado de salud, educación y formación, conexiones sociales, participación cívica, calidad medioambiental, seguridad personal o bienestar subjetivo. Es un instrumento para el que se solicita la colaboración de los parlamentarios y gobiernos, y que a la vez se les ofrece para medir de manera más exacta el bienestar de las personas a las que representan. Del mismo modo, se dio cuenta del impacto alcanzado por la “Convención de la OCDE contra el soborno”, dando cuenta del grado de efectividad del mismo en la lucha contra la corrupción en las transacciones internacionales de negocio. El seminario finalizó con la explicación de la contribución de la OCDE a los acuerdos alcanzados por el G-20 en Seúl en materia de crecimiento económico, desarrollo del partenariado, riesgos sistémicos globales, o participación del sector privado, entre otros.