Si hay algo que me hubiese gustado
saber es cantar flamenco. Pero Dios no me quiso conceder esa
facultad y me tuve que conformar con escribir que, por
cierto, tampoco soy ningún fenómeno, más bien del pelotón de
los torpes. Pero, en fin, hago lo que puedo, que ya es
bastante con rellenar, cada día, una columna. Y me asombra
que no siendo una “lumbrera” en el asunto de juntar letras,
sea el más leído. Gracias, personal.
Hoy, al iniciar el artículo, me ha dado por pensar que el
mundo o está loco del todo o se está volviendo loco, con
tantas guerras y tantas muertes de inocentes, la mayoría de
ellos por pedir ser libres y quitarse en encima la tiranía
de algún que otro dictador.
Pensando en esto y en mi pasión por el flamenco, m ha venido
a la memoria un fandango del Sevillano que dice así:”Lo
único que me consuela / Cuando cierro la cancela / los locos
no son los de dentro / Los locos son los fuera / donde nadie
está contento”. ¡Que gran verdad encierra este pedazo de
fandango!”.
A nadie, a estas alturas, le puede extrañar la gran pasión
que siento por los refranes y por los fandangos, auténticas
sentencias de la vida, que reflejan en su decir y en sus
letras esa auténtica realidad que no queremos entender.
Los refranes y los fandangos, además de grandes sentencias,
son el sentir del pueblo llano, a los que se aferra para
expresar sus sentimientos sobre ciertas situaciones, ya sean
para expresar sus satisfacciones o sus penas.
Hay un refrán que dice:”no hay peor cuña que la de la misma
madera”. Que fácil es comprobar hoy día, cuando se acercan
las elecciones municipales y autonómicas, la gran verdad que
encierra el refrán en cuestión.
Sólo basta echar una mirada al panorama o escuchar a algunos
de los que aspiran a ir en esas listas, que le den un sillón
de poder, lo que “rajan” de algunos compañeros de partido
que les pueden quitar el puesto que ellos llevan soñando
desde hace tiempo.
Es ese decir, del pueblo llano, quítate tú para ponerme yo.
Pero, hombre, que yo soy de tu mismo partido y hemos
compartido muchas cosas juntos, cómo quieres qué me vaya
para que tú ocupes mi puesto.
Es una lucha que seda en todos los partidos, entre sus
mismos componentes, pues todos ellos se aplican aquello que
dicte: “la caridad bien entendida, empieza por uno mismo”. Y
el tú serás mi amigo, y habremos compartidos mucha cosas,
pero ahora me toca a mi ocupar el sillón que tu has ocupado
durante estos últimos cuatro años.
Aquellos que se dedican a hacer las listas, deberían hilar
muy fino a la hora de llevarlas a cabo, tratando de no
molestar a nadie y, en todo caso, a aquellos que se queden
fuera de la misma darle un puestecito desde el que puedan
vivir cómodamente evitando con ello, que su señora le vuelva
loco con “tú no te mueves, por eso no te dan nada, cuando
tienes mas mérito que…
Hay que ver las cosas que suelen suceder cuando se realiza
la lista de los veinticinco. Eso sí, como Juan Vivas va a
sacar 21 o 22, lo tienen más fácil para contentar a todos
los aspirantes al sillón de mando. Tengo que hacer
publicidad ¡¡para eso soy un vendido!!.
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