El militar detenido el miércoles por agredir a su mujer y a
su hijo en el domicilio familiar, situado en Patio Páramo,
se acogió ayer a su derecho constitucional a no prestar
declaración alguna sobre lo sucedido ante los agentes del
Cuerpo Nacional de Policía, por lo que continuará custodiado
por el Ejército y hoy pasará a disposición judicial. Por su
parte, una comisión judicial se trasladó hasta el INGESA
para tomar declaración a las víctimas, que cuentan con
protección policial.
El subteniente de la ULOG, detenido el pasado miércoles como
presunto autor de la agresión a su mujer y a uno de sus
hijos en el domicilio familiar de Patio Páramo, se acogió
ayer a su derecho constitucional a no prestar ningún tipo de
declaración sobre lo sucedido ante los agentes del Cuerpo
Nacional de Policía, que redactaban las diligencias
correspondientes a la causa.
Sin embargo, será hoy cuando el militar deba responder a las
preguntas pertinentes que le haga el titular del Juzgado de
Primera Instancia e Instrucción número 4, competente en
materia de violencia de género. Precisamente ayer, el juez
junto al secretario judicial y el responsable de la Oficina
de Atención a las Víctimas, formaron parte de la comisión
que se trasladó, sobre las dos de la tarde, al Hospital
Universitario para tomar declaración a las dos víctimas, que
evolucionan favorablemente tras las operaciones a las que
fueron sometidas, según informaron desde el INGESA.
El magistrado, además, decretó ayer, por motivos de
seguridad, que las habitaciones de los dos agredidos
estuviesen custodiadas por varios agentes del Cuerpo
Nacional de Policía que, desde el mediodía de ayer, vigilan
las instalaciones. Mientras tanto, fuentes cercanas a la
causa confirmaron ayer que el presunto agresor se encuentra
custodiado por el Ejército y así continuará, en virtud de su
condición de militar por lo que, en el caso de decretarse la
continuación de su privación de libertad, tendrá que
cumplirse en un recinto de Defensa.
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