El Gobierno de Melilla negó ayer las acusaciones vertidas
contra él por su ex-presidente Ignacio Velázquez, que
aseguró en un comunicado que había sido víctima de amenazas
y un boicot desde su llegada a la ciudad a finales del año
pasado. Según el portavoz de la Ciudad Autónoma, Daniel
Conesa, la versión de Velázquez es “victimista” y tiene como
objeto justificar de algún modo su salida del PP.
Conesa, en una entrevista concedida a RNE, aseguró que al
Gobierno de Imbroda no le ha pillado por sorpresa la
solicitud de baja cursada por Velázquez, ya que es “el
final” de “un planteamiento cronológico perfectamente
organizado desde hace muchos meses”.
En su opinión, se trata de “algo que estaba perfectamente
organizado, orquestado, preparado desde hace ya mucho tiempo
con una serie de pasos o etapas a cubrir, y al final el
objetivo era éste: presentar la baja en el PP”. No obstante,
Conesa incluso apuntó la posibilidad de que el ex-presidente
melillense buscara una salida del PP mucho más drástica,
como “una expulsión, por ejemplo”.
El portavoz consideró que las acusaciones de Velázquez son
fruto de sus “confusiones” y “forman parte de una ensalada
de excusas o argumentos con las que hay que justificar una
actuación”. En este caso, Conesa ha lamentado que Velázquez
haya justificado su salida del PP “con, según él,
persecuciones, amenazas, incumplimientos y no sé cuántas
cosas más”.
A juicio de Conesa, todo esto “forma parte de un
argumentario victimista” que, según dijo, no comparte.
Además, contrarrestó el discurso de Velázquez al poner de
manifiesto el apoyo que el PP nacional otorga a su sede
regional en Melilla y al Gobierno local.
En este sentido, insistió en que “el respaldo del PP está
fuera de toda duda”, tal y como demuestra el hecho de que
los días 4 y 5 de marzo, esta formación vaya a proclamar a
Imbroda como su candidato por Melilla a las próximas
elecciones autonómicas. Además, recordó que el PP ha
obtenido sus mejores resultados electorales con Imbroda a la
cabeza, cosechando contundentes victorias en todas las
elecciones que se han celebrado desde el año 2000, año en
que la UPM y el PP empezaron a colaborar en un mismo
proyecto político.
“Al final lo importante son los hechos, que son los que
avalan las actuaciones políticas”, reflexionó Conesa, que
quiso dejar claro que la preocupación del PP es “mirar hacia
adelante, hacia el futuro y convencer a los melillenses
nuevamente de que la única opción viable para que Melilla
siga progresando y desarrollándose es el PP”.
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