sucesos - JUEVES, 24 DE FEBRERO DE 2011

CEUTA
Luis Santiago
ceuta@elpueblodeceuta.com

El Juzgado de lo Penal número 2 enjuició ayer un caso de violencia entre hermanos, aunque no fue calificado por el fiscal como delito de violencia familiar. Se acusa de amenazas a un hombre, que ya tenía antecedentes, y al que la Policía Local detuvo por amenazar a su hermana, agarrarla del cuello y hacerles frente a ellos.

Un hombre se enfrenta a 5 años de prisión por los delitos de lesiones, amenazas y atentado a la autoridad después de que fuera detenido el pasado 8 de enero a las cuatro de la madrugada cuando esgrimía un hacha a varios agentes de la Policía Local a los que su hermana pidió ayuda.

El acusado, cuyas iniciales son A.M.A, se sentó ayer en el banquillo de los acusados y aunque reconoció la discusión con su hermana, se escudó en que había bebido y sigue tratamiento médico con tranquilizantes, negando que la agrediera y sacara el hacha a los policías.

A.M.A. manifestó que el día de los hechos sobre las tres y media de la madrugada llegó a su casa, en la que vive con su madre y su hermana, negando a preguntas de la fiscal que gritara “puta, levántate?. Asimismo, declaró que fue ella quien le agredió “por llegar ebrio. También desmintió las acusaciones de que le tiró un teléfono a la cara y la cogió del cuello. “Nunca le amenazé. Es como mi madre. Ella me crió”, dijo

Sobre el hecho de que tuviera un hacha en su vivienda, el procesado llegó a decir que “todo el mundo tiene un hacha en la casa”, a lo que la fiscal dijo “yo, no”. Argumentó la posesión de esa arma blanca porque había perdido la llave de la casa y no tenía dinero para cambiar la cerradura. Su versión de los hechos finalizó con la explicación de que “yo discutí con mi hermana y me fue a dormir. Cuando llegó la policía estaba dormido. ¿Cómo voy a atacar a la Policía con un hacha, entonces me dispararían no?”. El acusado insistió varias veces en aclarar que cuando llegaron los agentes estaba durmiendo y que había tomado cervezas y whiski que mezcló con los medicamentos que toma que son Aprazaolam, Lexatin y Dormidon.

El Ministerio Fiscal acusó a A.M.A. de tres delitos de atentado, amenazas y lesiones por los que le pidió cinco años de cárcel, además de dos años de alejamiento de su hermana sin que pueda acercarse a ella en su domicilio, ni en su lugar de trabajo.

A.M.A. tenía ya antecedentes por robo con fuerza en las cosas y quebrantamiento de condena.
 

“Es el pan de cada día, lo de siempre, un sin vivir”

La víctima de las amenazas y hermana del acusado, S.M.A, testificó de forma totalmente opuesta a la del acusado. Relató que el día de los hechos, A.M.A. llegó de madrugada a la casa “empezó a decir palabrotas” que para ella, acostumbrada a convivir con un hombre al que definió como “un enfermo”, es “el pan de cada día, lo de siempre, un sin vivir”. En ese día a día, tiene que compartir techo con alguien que la insulta llamándola “puta, rata, vagabunda”.

La mujer reveló que le pidió varias veces a su hermano que la dejara dormir y una de las veces que discutieron, él la amenazó diciendo “mira te voy a sacar los ojos con los dedos”. La testigo prosiguió relatando que el agresor la cogió por el cuello y “todavía me duele el cuello y hasta el oído. El médico me examinó y explicó cuando me vio que me había hecho daño en la garganta”.

La hermana del acusado terminó señalando que logró zafarse de él, salió llorando y corriendo de la casa hasta que vio a unos policías locales a los que pidió auxilio a la desesperada. Entonces fue cuando los policías se dirigieron a la vivienda, entraron normalmente, como en cualquier servicio, según la testigo, que no llegó a ver que su hermano había sacado un hacha. “Ellos me contaron que mi hermano tenía un hacha y me llevaron al médico”.

Los policías locales que intervinieron tuvieron que desenfundar sus armas ante las amenazas del hombre con el hacha que, además, se resistió violentamente a la detención. Varios agentes policiales fueron citados ayer a la vista oral.

El fiscal pidió que el forense presente un examen de las lesiones de la mujer y al finalizar el juicio retiró la petición que había hecho de que se prohiba al acusado portar armas durante el tiempo de tres años.