Los dos hombres que supuestamente dieron una brutal paliza a
un joven que quería entrar a un local del Poblado Marinero
el domingo fueron trasladados por la Policía al juzgado de
guardia. Ambos negaron que trabajaran de portero en ningún
establecimiento de la zona y admitieron que mantuvieron una
pelea con el denunciante en la calle. La jueza les imputó
delitos de lesiones y quedaron en libertad. El médico
forense deberá examinar la gravedad de las heridas del
denunciante.
Los dos detenidos por dar una paliza a un joven en el
Poblado Marinero el pasado domingo 20 de febrero declararon
ayer en el juzgado de guardia y quedaron en libertad
imputados de delitos de lesiones, según informaron fuentes
judiciales. Las diligencias judiciales quedaron pendientes
de que acuda a declarar el chico agredido que aún está
pendiente de ser examinado por el forense.
Las fuentes consultadas señalaron que uno de los dos
imputados admitió que se peleó con el joven cuando estaban
ambos bebidos en una de las calles del Poblado Marinero de
madrugada. El segundo declaró que solo intentó mediar en el
altercado que se estaba produciendo. En los dos casos, los
encausados negaron que hicieran el trabajo de porteros a las
puertas de un local nocturno.
El joven denunció a la Policía que el pasado domingo intentó
entrar a la ‘Sala Rouge’ y los porteros le prohibieron el
paso hasta que no sacara la entrada, pese a que el
propietario del local le había dicho que podía acceder.
Instantes después pagó 5 euros por una entrada, entró y
estaba pidiendo una consumición, en el momento en el que se
le acercaron “los porteros quitándole la copa y uno de ellos
lo empujó echándole del local”.
La versión del denunciante prosigue explicando que llamó al
112 para explicar lo ocurrido y a los 15 minutos acudieron
dos furgones de la Unidad de Intervención Rápida (UIR) que,
al parecer, cerraron el local porque había rebasado el
horario permitido. El chico se marchó de allí y a la altura
de la academia Ecos “se le acercaron los dos porteros que,
sin mediar palabra alguna, comenzaron a agredir al joven,
tirándolo al suelo, dándole patadas y puñetazos por todo el
cuerpo, separándose de los amigos y marchándose luego”,
refleja la declaración policial.
El joven fue atendido en el centro salud José Lafont y
sometido a una segunda revisión al día siguiente. Tenía el
tabique nasal partido y contusiones en la cara.
Aunque el denunciante alude a un enfrentamiento con sus
presuntos agresores dentro del local y otro en el exterior,
el propietario de este negó a EL PUEBLO que existiera
ninguna relación laboral con los denunciados.
Familiares del chico agredido aseguraron que están
preocupados por los golpes que recibió en la cabeza y la
rotura del tabique nasal y se quejaron de la agresividad con
la que actuaron los dos que él identificó como porteros.
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