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Hoy se cumple el 30 aniversario del intento de Golpe de
Estado con el Teniente Coronel Antonio Tejero Molina a la
cabeza. Calvo Sotelo en el Congreso de los Diputados no
obtuvo la mayoría absoluta para presidir el país el viernes
20 de febrero de 1981. Sería el lunes cuando habría una
segunda votación en la Cámara Baja. Pero ésta se vio
interrumpida a las 18:23 horas de aquel 23 de febrero de
1981 por militares nostálgicos del antiguo régimen. ¿Qué
decía la prensa melillense entonces? Con el antiguo
Telegrama de Melilla hacemos un recorrido por lo que la
misma publicación denomina “la noche más larga de la
democracia española”.
“El Congreso de los Diputados fue tomado militarmente” decía
la portada del periódico melillense el 24 de febrero. “Todo
sucedió muy rápidamente. Estábamos procediendo al recuento
de los votos cuando irrumpió en el Salón de Sesiones un
grupo de guardias civiles, al frente del cual iba un oficial
cuya graduación no puedo precisar”, declaraba uno de los
taquígrafos de las Cortes a quien permitieron la salida
después del incidente: “oi unas ráfagas de metralleta sobre
mi cabeza, no pude decir si disparaban al aire o si alguien
resultó herido”.
Si por algo definen aquel 23F es por la forma “pacífica” con
la que terminaron aquellas 18 horas en la mayoría de las
ciudades. Aunque, en Valencia se decretó el estado de
excepción por parte del teniente general del Ejército
Millans del Bosch, quien impuso un toque de queda que iría
desde las 21 hasta las 7 horas, pudiendo circular dos
personas como máximo durante el citado plazo de tiempo por
la vía publica. Quedaba suspendida la totalidad de las
actividades públicas y privadas de todos los partidos
políticos, y los cuerpos de seguridad del Estado se
mantendrían “bajo mi autoridad”, decía en el comunicado que
terminaba pidiendo “la colaboración activa de todas las
personas patriotas, amantes del orden”, apostillando “un
fuerte ¡viva el rey, viva, por siempre, España!”.
De hecho, los melillenses a los que hemos entrevistado
hacían alusión a este hecho, “a los tanques en Valencia”
como lo que creó más terror entre la población.
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