La Fiscalía sostuvo ayer su acusación sobre un joven que
ocupó el banquillo de la Audiencia Provincial de Cádiz en
Ceuta por un delito de tentativa de homicidio por el que el
Ministerio Público le pedía 9 años de prisión. Sin embargo,
la otra versión de la historia no se pudo escuchar en el
juicio ya que la supuesta víctima no acudió a la cita, que
ya fue aplazada a inicios de este mes por su
incomparecencia.
La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
sentó, una vez más, en el banquillo de los acusados a un
joven al que la Fiscalía imputa un delito de tentativa de
homicidio, por el que pide una condena de nueve años de
prisión y una indemnización superior a los 12.000 euros.
Y es una vez más porque la primera parte del juicio tuvo
lugar el día uno aplazándose hasta ayer ante la
incomparecencia del principal testigo de cargo, el agredido,
al que el tribunal tampoco pudo escuchar ya que evadió su
cita ante la Justicia en ambas ocasiones. Las diligencias
realizadas por la Guardia Civil sitúan los hechos que los
magistrados de la Audiencia deberán resolver en la rotonda
situada justo enfrente del ‘Eroski’, el 23 de octubre de
2010, alrededor de las diez de la noche.
Según la declaración aportada por el acusado, por aquella
fecha habría “bebido un poco” pero recuerda que fue la
víctima la que lo atacó y que se defendió con los cristales
de una botella de cerveza que el lesionado llevaba en una
bolsa. Dos taxistas que presenciaron lo ocurrido aseguraron,
en el juicio anterior, que acusado y víctima habían
discutido pero que el imputado “sacó una navaja y le apuñaló
tres veces”.
Tales lesiones comprendieron riesgo vital por la cercanía de
los órganos donde fueron asestadas las puñaladas según el
parte forense. Y esto motivó que el fiscal ayer no retirase
su acusación y reiterara su petición de condena para el
procesado.
Mientras que la defensa alegó que seguía habiendo preguntas
sin respuesta ante la incomparecencia de la supuesta víctima
y que, por tanto, no existían pruebas suficientes para
desvirtuar el principio de inocencia sobre su cliente.
Será el tribunal de la Sala la que juzgue lo ocurrido.
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