El Gobierno de Melilla se mostró ayer dispuesto a colaborar
con el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para
solucionar el problema de la importación de áridos y
material de construcción de Marruecos hacia la ciudad, que
desde hace más de una semana está paralizada.
Este problema tiene su origen unos diez días atrás, cuando
el Ministerio de Industria español y el Departamento
Provincial de Aduanas prohibieron importar áridos desde
Marruecos a Melilla si éstos no cumplían con la Marca CE de
Conformidad, obligatoria por una normativa europea desde
2004, pero que en la ciudad no se estaba aplicando.
Esta prohibición ha provocado que Melilla esté sin
suministro de materiales de construcción desde entonces, lo
que podría poner en peligro la continuidad de las obras
públicas y privadas que se están acometiendo en la
actualidad en la ciudad.
Sobre esta cuestión, el portavoz de la Ciudad Autónoma,
Daniel Conesa, informó ayer de que el presidente melillense,
Juan José Imbroda, aún no ha recibido contestación a la
carta que remitió el pasado viernes al ministro de
Industria, Miguel Sebastián, pidiéndole que adopte fórmulas
“flexibles” para resolver el problema.
En concreto, Imbroda solicitaba que estableciera una
moratoria de pocos meses para que los importadores y
contratistas tengan tiempo de obtener la Marca CE y, de este
modo, poder seguir importando los áridos hacia Melilla, como
ha venido ocurriendo hasta ahora y como desea el sector de
la construcción de la ciudad autónoma.
A preguntas de los periodistas, Conesa confió en que el
ministro de Industria ofrezca “alguna posible solución” a
este problema de tránsito aduanero, cuya competencia
corresponde al Estado, aunque la Ciudad Autónoma está
dispuesta a colaborar en lo que se le pida siempre que esté
en su mano.
En este sentido, recordó que el problema radica en la
aplicación de una normativa española que viene de una
trasposición de una normativa europea, por lo que “parece
que lo apropiado es buscar una salida” que permita al sector
de la construcción de Melilla seguir comprando y utilizando
los áridos marroquíes como hasta ahora.
El portavoz instó a esperar a ver qué ocurre en los próximos
días, aunque consideró que este asunto es “perfectamente
solucionable” porque, a priori, los materiales de
construcción marroquíes no tendrían problemas para obtener
la Marca CE mediante los trámites o analíticas
correspondientes.
Frente a las voces que abogan por que el sector de la
construcción melillense empiece a comprar áridos de la
Península, Conesa recordó que ésta es “una elección libre de
las empresas sujeta a factores como el coste, la comodidad o
la calidad”, de modo que “si no contaban antes con esta vía
será por algo”.
Así, se hizo eco de la opinión de los profesionales del
sector, que “no son muy favorables” a tener que empezar a
utilizar materiales traídos expresamente desde la Península
por el encarecimiento que eso supondría en el precio y en el
coste final de las obras.
Conesa subrayó que “el problema no es ése, sino que de la
noche a la mañana se ha aplicado una norma que en siete años
no se había aplicado y ha pillado por sorpresa a todo el
mundo”, lo que ha provocado “un problema de momento a corto
plazo que no se sabe cuánto tiempo se va a prorrogar”.
“Lo lógico es que se busque la solución que permita que se
pueda seguir haciendo lo que se estaba haciendo hasta ahora,
independientemente después de que cada empresa, libremente,
en función de sus intereses, adopte las decisiones que tenga
que adoptar”, dijo.
Paso de productos frescos
Asimismo, informó de que el suministro de productos frescos
en los mercados municipales se desarrolló ayer con
normalidad, pese a que un sindicato marroquí de la
construcción amenazó con boicotear desde inicios de la
semana el paso de pescado, fruta y verdura por la
prohibición de la importación de los áridos a Melilla.
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