Como viene siendo habitual en las
últimas semanas, dos miembros de la coalición Caballas
arremetieron airadamente, una vez más y no será la última,
contra el Ejecutivo ceutí presidido por Juan Jesús Vivas. En
esta ocasión, correspondió al área de menores. Fátima
Mohamed e Iván Chaves, secretarios generales de las
formaciones coaligadas, protagonizaron una comparecencia de
prensa en la que entre otras cuestiones, deshonraron la
memoria de quienes padecieron la barbarie salvaje del
nazismo ya que, compararon la situación de las dependencias
donde residen los menores transfronterizos no acompañados
tutelados por la Ciudad Autónoma de Ceuta con los Campos
nazis donde fueron exterminados millones de ciudadanos
europeos de diferentes razas y credos religiosos.
Declaraciones que demuestran claramente la falta de
compromiso de este grupo ideológicamente heterogéneo con la
sociedad ceutí en su conjunto puesto que, prevalecen los
intereses de la coalición a los intereses de la ciudadanía
en su conjunto. No obstante, debo señalar que me sorprende
enormemente que esta comparación fuera formulada por una
mujer a la que estimo profundamente por su intensa labor en
defensa de los colectivos más desfavorecidos aunque,
seguramente la explicación a dichas declaraciones podamos
encontrarla en la fagocitación que sufre la formación
liderada por Mohamed Alí como consecuencia directa de su
coalición con el maestro de la difamación.
En principio, debo aclarar que nuestra situación geográfica,
frontera terrestre de la Unión Europea y España en el
continente Africano, origina que muchos inmigrantes
subsaharianos y marroquíes busquen a través del acceso a
nuestra ciudad un futuro mejor. Entre todos ellos,
encontramos un número importante de jóvenes en minoría de
edad, que según las leyes vigentes deben ser tutelados por
la Ciudad Autónoma de Ceuta a través del área de Menores.
Aún permanece en la memoria de los ceutíes, aquella etapa de
nuestra historia más reciente en la que era habitual la
presencia de grupos de menores transfronterizos no
acompañados mal vestidos, que deambulaban por nuestras
calles esnifando pegamento y delinquiendo para subsistir.
Hoy, estos jóvenes cuyo número se ha incrementado
espectacularmente en los últimos años, se encuentran
acogidos en los centros de estancia la Esperanza y
Mediterráneo donde, reciben las atenciones necesarias al
objeto de favorecer su formación integral como personas
libres; intelectual, humana, social y profesional. Debo
indicar que el coste de la atención y la acogida de los mas
de 135 menores transfronterizos acogidos en nuestra ciudad
supone un coste anual de unos 6 millones de euros de los
cuales, solamente 1,5 millones provienen del Gobierno de
España como consecuencia directa del recorte experimentado
para este ejercicio presupuestario en un 50% en las
transferencias destinadas para esta materia esencial.
En definitiva, la ciudadanía es consciente de la
responsabilidad demostrada, en los últimos años, en la labor
desempeñada por un Ejecutivo ceutí, que actúa diligentemente
en una materia tan sensible como es la atención integral de
aquellos menores de edad, que abandonan sus países de origen
con la única intención de encontrar una vida mejor. Debo
recordar, que la institución competente en la protección de
los derechos de la infancia, la fiscalía del menor, en
ningún momento ha sancionado a la Ciudad Autónoma de Ceuta
como consecuencia de desatender sus obligaciones en el
tutelaje de los menores transfronterizos no acompañados,
circunstancia que demuestra claramente la falsedad de las
acusaciones formuladas por una coalición localista
enfrascada en su peculiar carrera electoral.
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