El presidente de la asociación de vecinos de la barriada de
San José-Hadú, Hamido Mohamed ‘Frugui’ asegura que los
vecinos de Nicaragua están “molestos” porque, además de que
las obras en la zona estén “paralizadas” sufren la
acumulación de aguas fecales. ‘Frugui’ también solicitó que
se amplie la seguridad en el barrio por las noches y resumió
la situación del comercio en la zona.
El presidente de la asociación de vecinos de la barriada de
San José-Hadu, Hamido Mohamed ‘Frugui’, considera que las
obras en la zona de Nicaragua “están paralizadas”. ‘Frugui’
mantuvo una reunión con el presidente Juan Vivas “para que
se hable con el empresario ya que los vecinos están muy
molestos con la situación porque hay aguas fecales en la
zona y se espera que se dé una solución”.
El representante del ente vecinal también solicitó “mayor
seguridad por las noches” ya que durante el día “se está
perfectamente”. Según el presidente, “a partir de las diez
de la noche es cuando hay movimiento”. Sin embargo, ‘Frugui’
quiso resaltar que “no hay problemas con la gente del
barrio”. Otra de las cuestiones sobre las que los vecinos
“más se quejan” es la de “los inmigrantes en las esquinas ya
que cada día hay más y da mala imagen”. Mohamed considera
que “hay que reubicarlos y se sientan a las puertas de los
comercios. Se ha hablado muchas veces con la Policía Local y
se nos ha atendido bien pero no se puede hacer nada”,
remarcó.
En cuanto a la nueva ubicación del mercado que se enmarca en
las obras de la barriada, ‘Frugui’ considera que “nunca
debería haberse quitado de ahí. Ese es su sitio aunque hay
muchas personas que no están muy contentas” ya que el
comercio “se va a trasladar arriba y se enfocará sólo en la
zona de la avenida de Regulares”. Sin embargo, también
destacó la importancia del “nuevo mobiliario urbano” y “la
gran cantidad de gente que visita ahora Hadú”.
Por otra parte, los “jóvenes” de la barriada solicitan al
presidente de la Ciudad Juan Vivas “textualmente” que es
necesario “un polideportivo para los mayores. No lo hay y
nuestra barriada es muy grande”, resaltó Mohamed. Y es que
“lo único de lo que se dispone en estos momentos es de la
pista del colegio Ramón y Cajal pero ahora mismo no hay
vigilante y tan sólo se puede estar hasta las 18:00 horas”
lo que se traduce en que los vecinos “tan sólo” pueden
utilizar la zona “una hora al día”.
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