El responsable del sector de Administración Local del CSI-CSIF,
Francisco Gómez, aseguró ayer que los responsables de las
centrales sindicales de UGT y CCOO deberían “esconderse
durante un tiempo” tras haber pactado con el Gobierno
socialista, “el de la dictadura del plumín”, una reforma
laboral que rompió el acuerdo para los empleados públicos
2010-2012 y que elevó la edad de jubilación a los 67 años.
También les acusa de no defender a los empleados públicos.
Francisco Gómez dejó patente que este sindicato “no tiene
que apuntarse tantos” en relación a cuanto ha acontecido en
relación a la reforma laboral pactada entre el Gobierno
socialista y los llamados “sindicatos de clase”. Aún así se
preguntó “cómo se atreven” a salir en los medios de
comunicación esos sindicatos firmantes de “la mayor
vergüenza y escarnio” que ha sido para los trabajadores y el
estado del Bienestar ese acuerdo. Salen “como si hubieran
ganado la ‘madre de todas las batallas sociales’, cuando ha
sido un retroceso y una vergüenza”, aseveró.
En su opinión, los responsables de esas centrales sindicales
“no deberían ni levantar polvo al andar, es más, deberían
-si tuvieran vergüenza torera- esconderse mucho tiempo a
esperar a que a todos los trabajadores se les olvide” el
pacto alcanzado con el Gobierno Zapatero. “Se atreven a
salir a decir los logros y bondades que, según ellos, han
conseguido, como si el pueblo fuera tonto”. Gómez exigió a
esos sindicatos que expliquen si como contrapartida “a lo
indigno firmado con esta dictadura del plumín, se ha
conseguido no sólo que siga el Gobierno dándoles las grandes
subvenciones -unos 250.000 euros en 2010-, sino que hayan
logrado que se vuelva al diálogo social y al respeto del
Acuerdo para los empleados públicos 2010-2012”. También pide
que se les aclare si han negociado que los empleados
públicos vuelvan a recuperar cuanto han perdido en sus
nóminas como consecuencia de la decisión de descontarles un
5% en sus salarios. “¿Lo recuperaremos cuando vuelvan las
vacas gordas, y también el 3% de subida del IPC del año
2010?”
El responsable del sector de Administración local de CSI-CSIF
también espetó a UGT y CCOO si consideran un “triunfo para
los trabajadores subir la edad de jubilación de los 65 a los
67 años”, y se pregunta si los españoles no somos tan
europeos como, por ejemplo, los franceses, “que liaron una
monumental por subirles la edad de jubilación a los 62 años”
o si por el contrario, con este tipo de acuerdos, “no
estamos más cerca del Congo”. La conclusión clara es que “no
debieron firmar nunca, aunque a saber qué consiguen a
cambio”.
Tampoco llega a entender Francisco Gómez cómo estos
sindicatos “de clase, entre comillas, permiten que el
Gobierno criminalice y satanice a los empleados públicos,
como si fuésemos los culpables de la crisis, y que se les
quite dinero”. Apostilló que los funcionarios no son los
responsables de la crisis, pero sí que son los más
castigados por quienes gobiernan, quienes “se han comido las
vacas gordas en los buenos momentos y ahora van contra el
funcionario”.
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