Mucho trabajo, ritmo frenético y
el día 24 puede ser el día D, tras años de trabajos, en la
Manzana del Revellín.
Quienes ya lo han visto hablan favorablemente de lo que será
todo el “complejo” una vez terminado, pero habrá que ir
parte por parte.
Las prisas no son buenas para nada, hay quien dice y yo lo
sostengo, también, que sólo es buena la prisa para terminar
la faena un mal torero, o para “escapar con los cuartos
ajenos” un ladrón.
Y aquí, en la Manzana del Revellín, si algo no ha habido,
eso ha sido la prisa, porque van muchos años, hubo diversas
interpretaciones de lo que podría ser su uso, el más
pintoresco el que quiso dar como uso “especial” el mercado
que, afortunadamente, fue descartado.
Todo puede, debe y estará, listo para el día 24, por lo que
ahora mismo, hay operarios de diferentes empresas, que están
trabajando a pleno rendimiento, para que todo quede ultimado
ya.
Y con el Auditorio terminado, la primera actividad será un
concierto que quedará en los anales de la historia de Ceuta,
como uno de los acontecimientos más esperados, en la ciudad,
no tanto por el concierto ese, en cuestión, como por ser el
punto de arranque de la obra más costosa y más deseada,
desde ciertos ángulos de Ceuta, de nuestra ciudad.
Y como Ceuta, casi siempre, pero en el último mes mucho más,
está sometida al riesgo de un apagón que se ve cuando
empieza, pero no se sabe cuando habrá terminado, se ha
colocado un generador eléctrico de gran potencia, para que,
en caso de necesidad, entre en funcionamiento
automáticamente.
La actividad, decíamos, es intensa, pero el tiempo no sobra
y como siempre en estos casos, a última hora la rapidez que
“puede” acarrear, tiempo al tiempo, más de una chapuza.
Y es que cuando los propios técnicos, desde hace días,
insisten en que el tiempo apremia y se está muy justito para
“llegar a tiempo” es porque ya, desde los propios expertos,
se ve que, al final, como siempre, hay que correr más de lo
previsto.
Coordinación es la palabra que más se usa en estos días, al
ser varias las perspectivas que hay que abordar y tener
entrelazadas.
Alguien, desde la propia obra, decía hace muy pocos días:”
esto no sé como se va a llegar al final, porque cualquier
imprevisto que salga ahora nos deja sin posibilidades de
acabar en orden”.
Esperemos que no salte ningún imprevisto, esperemos que todo
termine bien y deseemos que la inauguración, por lo menos,
se pueda festejar, desde Ceuta a Zaragoza, aunque alguien,
uno de los que dieron el primer mordisco a la “manzana” dudo
mucho que venga a esa inauguración.
Y mirando desde fuera, lo que es, y lo que puede representar
este “complejo”, las opiniones son para todos los gustos.
Aquí se ha tirado con la fuerza de todos, belleza exterior
no la presenta, pero si, por dentro, es funcional y a tono
con el siglo XXI, bendita se la “manzana”, introductora, en
Ceuta, de muchos elementos culturales y, también, de muchas
situaciones que, en estos más de diez años se han dado y no
siempre favorablemente.
Se está con ese complejo entramado de estructuras metálicas
y paneles de madera que se irán ajustando milimétricamente y
que llevarán a la conclusión de la parte más esperada de
todo el complejo.
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