Después de más de cincuenta años
escribiendo en distintos medios de comunicación jamás,
durante todo ese tiempo, he usado el insulto en ninguno de
mis escritos. Probablemente porque la educación que recibí
me impide hacerlo o quizás porque pienso que llegar al
insulto es la única solución que le quedan a todos aquellos
inútiles que carecen de razonamientos lógicos para combatir
al contrario.
Y me duele en el alma tener que dar la calificación de
panfletillo o hojilla parroquial a un medio de comunicación
por mi respeto a los compañeros. Pero si usted nos llama
panfletos, y en ese medio se lo permiten, no me deja más
opción que yo también, en defensa de otros compañeros, le dé
la calificación que me parezca.
Además de llamarnos “mercenarios”, a todos cuantos trabajan
o colaboramos en este medio, dice de él que es un “panfleto
financiado por el PP con dinero público”. Eso arte digno de
toda admiración, por el gran sentido del humor que muestra
con esa afirmación.
Si me acepta un consejo, cosa difícil que me lo acepte, pues
su gran capacidad intelectual no admitiría jamás un consejo
de un modesto junta letras, le diría que cambie los
insultos, que son siempre los mismos dirigidos a las mismas
personas y a las mismas entidades.
La verdad, sus insultos, plasmados en esos geniales
artículos de cada jueves, son parecidos a los cuentos de
Belén Esteban de su relación con Jesulin de Ubrique, siempre
son los mismos cuentos, sobre las mismas personas. Así lleva
doce años, repitiendo la misma canción. Oiga, no es por
nada, pura casualidad lo de los doce años repitiendo lo
mismo sobre las mismas personas.
Ya le dije que no me afectan, en lo más mínimo sus insultos,
por la sencilla razón de que no tiene categoría para
insultarme. Si embargo al contrario de usted, a partir de
ahora le voy a prestar todo mi apoyo para hacer realidad su
programa.
Un programa presentado por Coalición Caballa con “20
razones” para presentarse a las elecciones del 22 de mayo.
Leyéndolo, no tengo más remedios que retirarle ese apoyo que
le había prometido, pues es un programa que haría cualquier
perdedor nato, ofreciéndole la pueblo cosas que no se pueden
cumplir, pero que sobre el papel hasta resultan bonitas.
Una de esas veinte razones dice que, si gana en mayo,
crearán 250 viviendas públicas anuales. Lo siento, no me lo
puedo creer y, naturalmente, no puedo apoyar un programa en
el que no creo.
Vera, usted, para llevar a cabo la construcción de esas 250
viviendas, primero hay que hacer un convenio entre Ciudad y
Gobierno. Una vez conseguido ese convenio, se deberá aprobar
la asignación del coste en que será reflejada al año
siguiente en los PGE. Una vez que aparezca la asignación en
los PGE, se deberán realizar los proyectos pertinentes para
la construcción de esas viviendas que llevará, como mínimo
casi un año, con lo que ya nos metemos en tres años. Y
finalmente construir las mismas que llevará entre año y
medio y dos años. Total, aproximadamente, entre cuatro y
cinco años. Mentir está feo, le crece a uno la nariz. Mañana
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