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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 16 DE FEBRERO DE 2011

 

OPINIÓN / LAS NOTAS DEL QUIM

Capitalismo: Millonarios a corto plazo
 


Quim Sarriá
quimsarria@elpueblodeceuta.com

 

El rescate financiero, como se dice en los medios económicos, significa una corta serie de manejos pseudo políticos con los que hacerse millonario a corto plazo, si no lo es ya.

Con el aumento del fondo de rescate a 500.000 millones de euros vemos a qué conduce esta política de los responsables de Economía de la UE.

Deberían decir la verdad. Simplemente que ese dinero siempre irá destinado a los bancos, nunca a resolver la crisis de países en apuros.

En nuestro país unos banqueros presentan denuncia ante los tribunales porque le quitan unos “bonus” extremadamente lucrativos y que para nada benefician al propio país…

Nos obligan, a los ciudadanos, con recortes de salarios, congelaciones de pensiones, retiradas de ayudas, etc., pero a los artífices de estas medidas contra la falsa crisis les permiten recibir emolumentos que dejan chiquitos a los Getty.

Atracar un banco está penado por la Ley, pero los atracos se realizan desde el interior de los bancos con esas comisiones abusivas, que entran de lleno en la categoría de usureras, porque… si abres una libreta en cualquier sucursal de las cajas de ahorro, esta última definición desaparece efectivamente, tendrás que pagar de 5 a 7 euros mensuales por mantenerla. Y sólo estoy hablando de una simple libreta de ¿ahorros?

Los realizadores de contratos bancarios han encontrado una fuente inspiradora en los componentes del contrato con textos extremadamente difíciles para la mayoría de la población, textos velados con muy buenas palabras, que no tienen nada que envidiar a los charlatanes de feria, para que la víctima de su usura no se entere dónde se mete.

Así han picado y picaran miles de ciudadanos con el resultado final de encontrarse con una mano delante y la otra detrás.

Esta política, la derivada del régimen económico cuya titularidad de los medios de producción es privada, se traduce en una estructura económica en la que los medios de producción se transforman en enormes beneficios que se racionalizan empresarialmente pero que no repercuten en la riqueza del país, a menos que se quiera entender como riqueza del país el poder económico de la banca.

Ya sabemos que el capitalismo significa que el capital predomina sobre el trabajo (los directivos bancarios tienen experiencia en esto) como elemento de producción y generador de riqueza privada y si sumamos a esto las ayudas económicas del Estado… significa que todos nos sentimos estafados.

La utilización de recursos ajenos, los ahorros de los ciudadanos, para generar riqueza sería estupendo si esa riqueza beneficiara realmente a quienes ponen sus ahorros (capital) pero como los tejemanejes bancarios hacen del fraude una virtud, quienes se benefician de ello son los propios depositantes y en escala muy restringida. El resto a currar y sufrir, aunque tengo sus ahorros en cartillas de las que sacan sus avarientos beneficios.

Bien está que obtengan beneficios quienes invierten en la producción de cualquier recurso económico… pero que sea con su propio capital, no el ajeno. Porque de esta forma, al usar recursos económicos ajenos, obtienen beneficios indebidos (un ejemplo: utilizar el ahorro de los clientes para conceder créditos, en buena ley, deberían repercutir parte de los intereses en quienes ponen esos ahorros y el resto para gratificar el trabajo de manipulación de los mismos, no para engordar truculentamente su propia cuenta. Encima nos cobran, a los ahorradores, intereses desorbitados.

Tener ahorros a tres años vista significa que el resultado final será cero interés a favor (comido por los intereses de mantenimiento y otras añagazas parecidas) y si estos superan el límite… verán su capital reducido.

En fin, estoy pensando en liderar un movimiento para que los ciudadanos reconsideren sus ingresos en los bancos y lean bien, pero que muy bien, las condiciones que contraten.

Pocos lo hacen. Les brillan los ojos con las palabras engatusadoras.
 

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