El rescate financiero, como se
dice en los medios económicos, significa una corta serie de
manejos pseudo políticos con los que hacerse millonario a
corto plazo, si no lo es ya.
Con el aumento del fondo de rescate a 500.000 millones de
euros vemos a qué conduce esta política de los responsables
de Economía de la UE.
Deberían decir la verdad. Simplemente que ese dinero siempre
irá destinado a los bancos, nunca a resolver la crisis de
países en apuros.
En nuestro país unos banqueros presentan denuncia ante los
tribunales porque le quitan unos “bonus” extremadamente
lucrativos y que para nada benefician al propio país…
Nos obligan, a los ciudadanos, con recortes de salarios,
congelaciones de pensiones, retiradas de ayudas, etc., pero
a los artífices de estas medidas contra la falsa crisis les
permiten recibir emolumentos que dejan chiquitos a los Getty.
Atracar un banco está penado por la Ley, pero los atracos se
realizan desde el interior de los bancos con esas comisiones
abusivas, que entran de lleno en la categoría de usureras,
porque… si abres una libreta en cualquier sucursal de las
cajas de ahorro, esta última definición desaparece
efectivamente, tendrás que pagar de 5 a 7 euros mensuales
por mantenerla. Y sólo estoy hablando de una simple libreta
de ¿ahorros?
Los realizadores de contratos bancarios han encontrado una
fuente inspiradora en los componentes del contrato con
textos extremadamente difíciles para la mayoría de la
población, textos velados con muy buenas palabras, que no
tienen nada que envidiar a los charlatanes de feria, para
que la víctima de su usura no se entere dónde se mete.
Así han picado y picaran miles de ciudadanos con el
resultado final de encontrarse con una mano delante y la
otra detrás.
Esta política, la derivada del régimen económico cuya
titularidad de los medios de producción es privada, se
traduce en una estructura económica en la que los medios de
producción se transforman en enormes beneficios que se
racionalizan empresarialmente pero que no repercuten en la
riqueza del país, a menos que se quiera entender como
riqueza del país el poder económico de la banca.
Ya sabemos que el capitalismo significa que el capital
predomina sobre el trabajo (los directivos bancarios tienen
experiencia en esto) como elemento de producción y generador
de riqueza privada y si sumamos a esto las ayudas económicas
del Estado… significa que todos nos sentimos estafados.
La utilización de recursos ajenos, los ahorros de los
ciudadanos, para generar riqueza sería estupendo si esa
riqueza beneficiara realmente a quienes ponen sus ahorros
(capital) pero como los tejemanejes bancarios hacen del
fraude una virtud, quienes se benefician de ello son los
propios depositantes y en escala muy restringida. El resto a
currar y sufrir, aunque tengo sus ahorros en cartillas de
las que sacan sus avarientos beneficios.
Bien está que obtengan beneficios quienes invierten en la
producción de cualquier recurso económico… pero que sea con
su propio capital, no el ajeno. Porque de esta forma, al
usar recursos económicos ajenos, obtienen beneficios
indebidos (un ejemplo: utilizar el ahorro de los clientes
para conceder créditos, en buena ley, deberían repercutir
parte de los intereses en quienes ponen esos ahorros y el
resto para gratificar el trabajo de manipulación de los
mismos, no para engordar truculentamente su propia cuenta.
Encima nos cobran, a los ahorradores, intereses
desorbitados.
Tener ahorros a tres años vista significa que el resultado
final será cero interés a favor (comido por los intereses de
mantenimiento y otras añagazas parecidas) y si estos superan
el límite… verán su capital reducido.
En fin, estoy pensando en liderar un movimiento para que los
ciudadanos reconsideren sus ingresos en los bancos y lean
bien, pero que muy bien, las condiciones que contraten.
Pocos lo hacen. Les brillan los ojos con las palabras
engatusadoras.
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