Afortunadamente, y la devolución
del importe de las localidades vendidas ha habido que
hacerla, a aquellos que antes habían pasado por taquilla.
Nunca he visto actuar a Kiko Veneno, dicen que es cantante,
tampoco me preocupa demasiado, y no puedo, ni voy a poder
decir, nunca, si es bueno, malo o del montón, pero lo que sí
digo, desde aquí, es que para siempre ha quedado
descalificado en esta ciudad, por sus, digamos que,
desafortunadas manifestaciones.
Y desde luego, vaya tino que tuvo la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer, al contratar a este sujeto. Aquí
el más tonto hace relojes, de madera y lo que no consigue es
que funcionen.
Está visto, y en pocos días han sido dos mazazos para Ceuta,
que desde dentro no se sabe vender la imagen, ni siquiera
por quienes más tendrían que saber, en el terreno que se
mueven, y desde fuera, como no lo tienen claro muchos, el
lío que se hacen es monumental y no saben si Ceuta está,
donde está, realmente, o si está en el corazón de África,
con camellos, tigres, leones y otros tipos de fieras, dando
vueltas por las calles.
Lo de los tigres y leones, por las calles, a la vista está,
no los hay, pero, también, a la vista está que hay “ciertos
tipos de serpientes venenosas” que tratan de contaminar las
buenas relaciones que debieran existir en la ciudad, hoy más
que nunca.
De esto, por hoy, no hablaré, prefiero volver a ese tal,
Kiko Veneno, que se ha quedado tan pancho, comparando Ceuta
con Gibraltar, tratando de hacer amaños o convenios a su
corte y dejando, en la población sensata de Ceuta, un cabreo
monumental.
Y es que, cosa que hay que saber valorar y mostrar fuera de
nuestras delimitaciones, en unos momentos en los que hay
españoles o comunidades españolas que, de buena gana, harían
defección de su propio país, Ceuta no quiere oír hablar, en
absoluto, de lo que no sea español, dentro de sus 18
kilómetros cuadrados de extensión.
Así se escribe la historia. Esos que quieren apartarse
llevan vitola de progres, de ser ciudadanos del mundo, pero
sin estar sometidos a sus propias leyes, mientras que
quienes, de ningún modo, quieren que se les quiten sus
derechos, propios e inalienables, de españoles, son puestos
en entredicho por cualquier “gilipollas” que cantar no sé si
cantará, pero hacer el oso, sí que lo hace, cuando habla
sobre unas tierras que no conoce.
Y tengo que repetir: “¿Quién fue el iluminado que pensé en
Kiko Veneno, para actuar aquí?”, a lo que sigo preguntando:”
¿Qué interés particular había para que viniera a Ceuta este
sujeto?”, y todavía pregunto más:”¿Por qué esta
contratación?”.
Desde fuera mal, pero desde dentro se ha lucido, y es que,
posiblemente, al estar pensando en ciertas contrataciones de
simples desconocedores de la realidad de Ceuta, esos mismos
se olvidan de lo que es y como es la tierra que están
habitando. A las pruebas nos podemos remitir, durante estos
últimos días.
Ahora, en vísperas de lo que será la cuaresma, lo que hace
falta es que la Consejería correspondiente, no nos contrate
a algún predicador que nos diga que Ceuta, para hacerse más
grande, para que sea más pura y para que sea más conocida,
tiene que aceptar todo lo que llegue, por tierra, mar o
aire, desde cualquier otro lugar, porque con eso se está
abriendo más al mundo. Sería lo que nos faltara ahora ya.
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