Definición de progresista, según
reza en el diccionario del español “eurogilipuertas”, cuyo
autor es Luis Díez Jiménez: “Generalmente lo es todo
el mundo, pues nadie quiere volver a la lavativa y a la
sangría, pero curiosamente ahora sólo los que llevan barba
se creen en posesión de la verdad”.
Con barba de asustar, si acaso se lo encuentra uno a deshora
y por calle poco transitada, aderezada con un bigote de los
de antes de nuestra guerra, aparece una fotografía de
Pablo Matés Pandavanes en el facebook donde espera que
sus amigos le envíen mensajes. Que conste, lo digo cuanto
antes, que no tengo nada en contra de las personas que
luzcan barba; pero la de PM parece la de un cualquiera que
esté merodeando por los vericuetos montañosos de Kabul.
El tal Matés se ha convertido, a la chita callando, en el
encargado de reunir a su alrededor a todos los progresistas
que se levantan cada día pensando en cuál es la mejor manera
de meterse con las autoridades locales y, sobre todo,
disfrutan haciendo la mejor defensa de cualquier individuo
que decida atentar contra la españolidad de Ceuta y Melilla.
Los amigos de Pablo Matés son muchos. Y todos ellos, según
deduzco de una lista que tengo delante de mí, con sus
nombres y los mensajes que le han enviado a Pablo, tras
requerimiento de éste, respiran un progresismo de altos
vuelos. En la lista de la que hablo, y que ha sido dejada a
mi nombre en la recepción de un establecimiento hostelero,
encuentro variados mensajes relacionados con las
declaraciones hechas por Kiko Veneno a ‘El Pueblo de
Ceuta’. En las que cuestionó la españolidad de Ceuta y
Melilla, por estar en territorio de Marruecos y por ser
“caras de mantener para España”.
La opinión de Pablo Matés Pandavanes, que trabaja en un
medio editado por el secretario general de CCOO –éste, días
atrás, dijo que lo costeaba de su bolsillo-, no me ha
sorprendido en absoluto. Pero mejor será que escriba
textualmente sus palabras: “Así al menos se desvía la
atención, es la única explicación que se me ocurre”. Se
refiere a lo publicado por este periódico acerca de las
declaraciones de KV.
De modo que el genial Pablito, barbudo por ser progresista y
progresista por ser barbudo, cree que ‘El Pueblo de Ceuta’
publicó las declaraciones de KV con el único fin de evitar
que se siguiera hablando de Carolina Pérez. De
cualquier manera, de Pablito no se podía espera otra cosa.
Ha dicho lo que siente. Y punto. Pero así, con esos
pensamientos a cuesta, mejor le vendría coger los bártulos e
irse a otra parte donde haya otro secretario general de CCOO
dispuesto a facilitarle un empleo que no tenga nada ver con
esta tierra perteneciente a Marruecos.
Lo de Pablito es perdonable. No ha nacido aquí. Y es,
además, ave de paso. Pero lo imperdonable ha estado en el
mensaje enviado por Rocío Abad:
-A mí me suena a mira, mira yo también tengo grandes
exclusivas. ¿Qué pasa si esa pregunta se la hacen a la mitad
de la intelectualidad española? Pues que no dejarían que
ninguno pasara del puerto. Vaya tela (sic).
Rocío Abad trabaja como jefa de prensa en la Delegación del
Gobierno. ¿Se puede permitir el lujo de opinar así? Esta
ceutí (?).
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