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A pesar de la crisis económica, el número de colaboradores
en Ceuta no deja de aumentar. Ya se ha sobrepasado la
barrera de los 100 socios y desde Manos Unidas se mira el
futuro con optimismo, esperando que en los próximo meses la
cifra crezca. Sin embargo, las aportaciones a Manos Unidas
no la dan sólo sus socios, sino también aquellas personas
que, ante circunstancias de emergencia, también colaboran.
Junta a estas, tantas otras que, de manera anónima, ayudan
en las campañas de sensibilización. Y en medio de todo eso,
una mujer espléndida, Mercedes Canca, presidenta delegada de
la organización desde el pasado abril que realizó un repaso
de su gestión en la jornada nacional de Manos Unidas.
Pregunta.- ¿Cómo se gestiona Manos Unidas?
Respuesta.- Es a través de 71 delegaciones en toda España.
Tenemos servicios centrales que combinan las tareas. Este ha
sido el fin de semana de la campaña más fuerte para recaudar
fondos. Además, los socios realizan donaciones a través de
diversas cuotas, siempre en la medida de sus posibilidades.
Lo bueno de Manos Unidas es que generamos pocos gastos ya
que la mayoría de las personas que trabajamos en ella lo
hacemos como voluntarios.
P.- ¿Cuántos componentes de la organización hay en la
actualidad en Ceuta?
R.- Ahora mismo somos cuatro personas. El presidente
delegado anterior a mí, Joaquín García de los Ríos,
actualmente ejerce como tesorero. José María Dragados es el
secretario y, además, una voluntaria, Carmen María
Villarubia. Sin embargo, nuestra idea es ampliar el número
de componentes con los representantes de los colegios. Como
organización católica contactamos a principios de curso con
los responsables de la asignatura de Religión para,
posteriormente, repartir el material de sensibilización.
Este año hemos presentado nuestra página web ya que tenemos
que ir entrando en las nuevas tecnologías.
P.- ¿De qué se financia una organización como Manos Unidas?
R.- Principalmente, la financiación es privada, es decir,
por las donaciones de los socios y de la campaña que
realizamos ahora. Además, Manos Unidas está incluida dentro
de organizaciones de ámbito internacional y colabora con la
Agencia Española de Cooperación Internacional para el
Desarrollo, por lo que colabora en proyectos donde existen
partidas presupuestarias provenientes de los fondos del
Estado.
P.- ¿Cómo se ha desarrollado la campaña en Ceuta?
R.- Al ser una ONG católica principalmente en el ámbito
religioso. Hay delegaciones importantes en otras ciudades
que acogen proyectos en concreto. Ese no es el caso de
Ceuta, lógicamente, pero tratamos de aportar nuestro granito
de arena. La mentalidad de la ayuda ha cambiado ya que,
además de construir escuelas, por ejemplo, tratamos de
formar al personal que la dirija. Otro de los aspectos que
se pretende potenciar es en el acercamiento de los jóvenes a
Manos Unidas ya que son el futuro de la organización.
Afortunadamente, tenemos muchos colaboradores, pero en Ceuta
necesitaríamos mayor implicación de los jóvenes. Las
Jornadas de la Juventud que se han previsto podrían aportar
nuevos voluntarios a nuestra delegación.
P.- ¿Ceuta es una ciudad solidaria?
R.- Es muy solidaria. Manos Unidas no ha dejado de crecer en
los últimos años. Confiamos en que la campaña sea al menos
como la del año anterior. Los tres puntos prioritarios de la
recaudación son Haití, India y Senegal. Además, tenemos
proyectos en todo el mundo. En Ceuta se han realizado dos
repartos de material, y para el año que viene queremos que
este aumente. Se han mandado camisetas, libros,
bolígrafos... Asimismo, en los centros se han realizado
iniciativas como el ‘regalo solidario’, en la que los
alumnos deben fabricar algún accesorio como llaveros,
pulseras... Se le pone un precio simbólico y, de esta
manera, colaboran con nosotros.
P.-¿Gratifica una función como la que realiza?
R. Sí, aunque no nos planteamos un objetivo fijo porque no
sabemos qué se va a conseguir. Se está intentando que haya
una persona en las parroquias que sirva de enlace. El hecho
de que seamos cuatro personas al frente supone todo un
avance.
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Entrevista / Mercedes Canca,
presidenta Manos Unidas
