Rabea Mohamed se sentía feliz y reconoció que el presidente
no le dio tiempo “ni siquiera a pensármelo”, dijo entre
risas. Sin embargo añadió rápidamente: “Creo que en política
estamos para servir a los ciudadanos y hoy podemos estar en
un sitio mañana en otro. Las personas que somos leales a un
partido y, evidentemente, al Gobierno tenemos que estar
siempre predispuestos con las maletas para irnos, para
cambiar de destino y creo que el trabajo que se hace en la
Consejería de la que ahora soy responsable es muy necesario
y de una gran responsabilidad”. No se cortó ante los medios
cuando dijo reconocer que se puso “muy nerviosa” porque es
alta la responsabilidad de gestionar unos recursos pensando
en que hay que trabajar con personas con sus problemas, con
necesidades “y que en ocasiones no puedes cumplir con las
expectativas de todos los usuarios. Eso es algo que se
siente y te afecta moralmente cuando te ves obligada, a
veces, a decir que no se puede”, manifestó la ya nueva
consejera de Asuntos Sociales.
Pero, aunque joven, Rabea Mohamed, que seguirá siendo
vicepresidente Primera de la Mesa Rectora de la Asamblea de
la Ciudad Autónoma, tiene experiencia en movimiento vecinal
y juvenil, factores que fueron determinantes para la
elección de Vivas.
Esa experiencia, apuntó, ha servido para que conozca “de
primera mano los problemas que hay en la ciudad, en los
ciudadanos”. El contacto con la sociedad, de un modo tan
directo, le hace valorar la humildad. “La experiencia que he
tenido te marca para saber que debes tener los pies en el
suelo, saber uno quién es y dónde está”, para no desviar el
rumbo vital.
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