El vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, Miguel
Marín, salió ayer al paso de las declaraciones del
secretario general del PSOE local, Dionisio Muñoz, en las
que éste reprochaba al Ejecutivo de Imbroda que no planteara
las reivindicaciones que ha planificado con su homólogo
ceutí entre 2000 y 2004, años en los que coincidió el PP en
las administraciones central y local.
En rueda de prensa, Marín aseguró que en aquella segunda
legislatura del Gobierno Aznar se acordaron “los proyectos
más importantes que se han ido inaugurando a lo largo de
estos años, y algunos de ellos recientemente”.
Como ejemplo, puso el Plan Hidrológico Nacional de 2001, que
permitió la construcción de la planta desalinizadora.
También recordó el Plan Director del Aeropuerto, aprobado en
2001, con el que se dio luz verde a la ampliación de la
pista del aeropuerto y la remodelación de la terminal de
pasajeros. El proyecto de regeneración del litoral también
fue impulsado en aquellos años, gracias al cual se ha
construido el vertedero controlado de escombros y la
construcción de la playa de Horcas Coloradas.
Asimismo, Marín enumeró como fruto de la segunda legislatura
de Aznar la estación marítima “modélica” con la que cuenta
Melilla, la implantación de la bonificación del 40 por
ciento en las cuotas patronales de la Seguridad Social, la
ampliación del plus de residencia para empleados públicos
hasta en tres ocasiones, el cuarto centro de salud, la
Residencia de Mayores y las 1.200 viviendas sociales de los
dos convenios suscritos con el Ministerio de Fomento.
Frente a estas actuaciones, Marín lamentó la “desidia” que,
en su opinión, ha caracterizado el Gobierno de Zapatero
desde el año 2004 respecto a nuestra ciudad. Según dijo el
vicepresidente primero de la Ciudad Autónoma, en estos siete
años “no hay ni un solo proyecto” aparte de la construcción
del futuro Hospital Universitario, del que dijo que ha
empezado a ser una realidad con bastante retraso respecto a
lo comprometido por el propio Zapatero en enero de 2006.
“Ése es el resumen de la política del Gobierno socialista,
porque no hay nada más”, espetó Marín antes de sacar a
relucir los recortes de Zapatero, como la reducción salarial
de los funcionarios y la congelación de las pensiones.
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