Si el corte de cualquier servicio
público es “costoso” para los usuarios, el corte o la huelga
de ambulancias puede resultar fatal, para todos, puesto que
nadie estamos descartados de tener necesidad de este
servicio, que cuando alguien utiliza no es por puro placer.
Y digo esto, porque me aterra que se hable de una amenaza
con llegar a la huelga los trabajadores de ambulancias Royda.
Y aquí no vamos a censurar a los trabajadores, que han
demostrado ser unos profesionales con mayúscula, aquí lo que
es urgente que se solucione es el problema del pago, si es
que no se les han pagado, como dicen, ciertos incentivos.
Primero ha habido concentración y si las cosas no se ponen
en su sitio amenazan con ir a la huelga, porque para
cualquier familia, que vive de un sueldo, esos 800€ que
dicen que se adeudan, por incentivos, a algunos, supone el
no tener que pedir prestado, hasta finales de mes.
Es cierto que las cantidades no son elevadas, lo que
conlleva que sea más fácil poderlos abonar que si fueran de
varios miles de euros.
Y hay que pensar que aquí son 33 trabajadores, o lo que es
lo mismo, afecta a 33 familias, pero su huelga podía afectar
a más de uno y más de una docena de personas que nada tienen
que ver con este conflicto.
Y, cuando estoy escribiendo, mañana del martes no hay nada
decidido, pero sí me ha parecido una buena posición, la que
adoptan al pedir que el director del Ingesa “se implique
más”.
No olvidemos que ellos son los que tienen que conducir las
ambulancias, pero aciertos o fracasos, a partir de esos
servicios, van a apuntar, también, hacia más arriba.
El señor Lopera, director provincial del Ingesa, tiene mucho
que decir y más que hacer en este terreno, porque un cargo
no por méritos de currículo, sino por caer en el grupo de
quienes tienen poder político, conlleva estar cerca de esos
que le han puesto, pero, también, conlleva el que los
servicios que ese cargo tiene que realizar se cumplan de la
mejor forma posible, para que no salgan perjudicadas
terceras, cuartas o décimas personas.
Y en el servicio de ambulancias, si el servicio no se cumple
correctamente, o si ese servicio se para, puede quedar
afectado, también, el señor Lopera o alguien muy cercano a
él, como me puedo ver afectado yo, que nada tengo que ver
con los conductores de ambulancias Royda y menos, todavía,
con el propio Lopera.
Y no es esta columna la que culpe al señor Lopera de la
situación, más bien son los conductores, que no han cobrado,
los que dicen que es él el que “tiene su parte de culpa en
lo que está sucediendo”.
¿Se trata de la primera vez que esto sucede?. Hasta ahora no
había trascendido, al exterior, nada similar, pero ahora,
por aquello de que “a río revuelto, ganancia de pescadores”,
sale a la calle que ya vienen “problemillas” de más atrás,
cuando se tardó en pagar alguna nómina, o algo parecido.
Aquello quedó zanjado, esto, aparentemente, no debe ser
motivo para no poderse solucionar, cuanto antes, pero, eso
sí, cobrando sus emolumentos quienes han trabajado y estando
apoyados por quien, en los instantes de éxitos, se pone la
principal medalla.
No es problema insalvable, lo insalvable sería que, por
falta de ambulancia, alguien tuviera problemas más serios.
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