Carolina Pérez se ha encontrado, apenas aterrizó ayer tarde
en Ceuta “desconcertada” por los acontecimientos y aseguró
que en el Senado jamás quiso “ni ofender ni generalizar”.
La consejera explicó que acudió a un foro “organizado para
exponer la problemática ceutí en materia de desempleo y de
exclusión social y para pedir más fondos a la Administración
central para luchar contra ambos fenómenos”. “Venía
satisfecha dentro de lo que cabe con mi intervención, pero
no me gusta que ahora se tergiversen mis palabras o se
saquen de contexto”.
“Se me preguntó por la situación de las porteadoras, por los
datos de exclusión social que expuse y por otras
circunstancias y traté de dar cuenta del contexto social y
cultural, del arraigo de ciertas costumbres, porque aquí
hace tres décadas teníamos también otros patrones de
comportamiento (...) hablé de la exclusión social sin
mezclarla con la religión”.
Pérez rechazó que afirmara en el Senado que le gobierno
ceutí “lucha con una cultura”. “Yo no he dicho eso”, en
cualquier caso “se lucha contra ciertas costumbres o
hábitos, no contra una cultura”.
“Yo he ido a pedir más ayudas, cómo se puede decir eso de
mí”, en referencia a las acusaciones de Ali de bordear la
islamofobia en sede parlamentaria. “Yo he vivido en Benítez
con musulmanes, tengo muchos amigos musulmanes, he luchado
por todos los ceutíes y también por los musulmanes, estamos
haciendo un gran trabajo”, se ha defendido.
Sobre la escasa vocación de esa parte de la población por
buscar trabajo y formarse, Carolina Pérez hablaba de
“casuísticas concretas”. “Nunca pretendí generalizar a una
comunidad religiosa”. “Hay personas a la que hay que
empujar, de las que hay que tirar, eso es cierto, y se está
haciendo y consiguiendo; eso es así, es verdad”, ha
concluido, “pero no hablo de todos”.
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