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sociedad - MARTES, 8 DE FEBRERO DE 2011


Juan Ignacio Vela . reduan.

juan IGNACIO vela / Superior hermanos franciscanos cruz blanca
 

«Mi objetivo es que Ceuta opte, en las próximas convocatorias, al sello de calidad en Dependencia»

El nuevo superior de los Hermanos
Franciscanos dará un impulso a las obras de El Sardinero a través de la campaña ‘Ladrillos para Cruz Blanca’ ya que la reforma tiene un déficit de más de medio millón de euros
 

CEUTA
Cristina Marzán

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Hace apenas dos meses que ha tomado las riendas de Cruz Blanca como superior de los Hermanos Franciscanos pero Juan Ignacio Vela ya se ha replanteado retos tan importantes como el que Ceuta opte, en las próximas convocatorias, al sello de calidad en Dependencia. Para ello, sería necesario terminar las obras que permanecen sobre la casa de El Sardinero aunque con el hándicap de un déficit de más de medio millón de euros, por ello, uno de los primeros proyectos que pondrá en marcha Vela será la campaña ‘Ladrillos parta Cruz Blanca’, en la que podrán participar todos los ceutíes que lo deseen, asociaciones y administraciones públicas. Otra de las metas, sumar esfuerzos y recursos en el tejido asociativo ceutí.

Pregunta.- Hace escasos meses que ha aterrizado en la ciudad, ¿cómo valora esta primera toma de contacto con los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca en Ceuta?


Respuesta.- Ha sido muy agradable, tanto por parte de los hermanos, como de los voluntarios, los asistidos, las entidades sociales, los trabajadores. Mucha cogida por parte de todos y con mucha ilusión.

P.- Ahora toma las riendas de una entidad de carácter fuerte en el entorno ceutí y en plena crisis económica, ¿qué objetivos se plantea a corto y largo plazo?

R.- Los objetivos son de continuidad, están encaminados. Ya el hermano Aurelio, de alguna manera, los orientó hacia una mejora de la calidad con la reforma de la residencia de El Sardinero; una trabajo que todavía falta por concluir y que nos va a implicar con muchos recursos humanos, de tiempo y económicos para poder sacarla adelante. También hemos ordenado la entidad por dentro para poder llegar a la gente con el menor coste posible ya que la crisis y los recortes se han dejado notar.

P.- Con respecto a dicha obra, dice que necesitan recursos económicos para poder finalizarla...

R.- Vamos a llevar a cabo una campaña que se llamará ‘Ladrillos para Cruz Blanca’ y lo que pretende es conseguir una parte de ese medio millón de euros de déficit que tiene la construcción. Por un lado, la ciudadanía podrá participar activamente en el proyecto y, por otro lado, sensibilizar a la gente sobre las necesidades que tenemos.

P.- ¿En qué consiste, concretamente, esta campaña y cómo se llevará a cabo?

R.- Los ciudadanos pueden aportar una cantidad económica que se verá reflejada con diferentes elementos constructivos como, por ejemplo, 50 ladrillos por 15 euros, una venta por 100 euros, una aportación que garantice la continuidad de la obra. Para adquirir estos elementos los ceutíes se pueden acercar a La Caixa y Caja Madrid y allí encontrarán unos dípticos donde podrán inscribirse para hacer el donativo. También intentaremos hacernos llegar en comercios y entidades colaboradoras a través de buzones.

P.- ¿Este sería su primer proyecto a emprender en Cruz Blanca Ceuta?

R.- Es el primero pero lo importante sería escuchar a la gente para ver qué opina y cómo se puede finalizar esta obra ya que en la residencia del Príncipe tenemos muchos usuarios en poco espacio.

P.- También hemos podido saber que ejerce de responsable de Cruz Blanca en Huesca, ¿se nota la diferencia de los efectos de la crisis a un lado y el otro del Estrecho?

R.- Las comparaciones se deben hacer pero ajustando las situaciones. Creo que la crisis está afectando igual en todos los lugares y sectores de la sociedad. Sí que es verdad que esta crisis está empujando a las personas que tenían un poder adquisitivo medio-bajo a una situación de exclusión social y ello ha implicado la movilidad de todas las entidades sociales para prestar ayuda a este colectivo. Aún no conozca la situación completa de Ceuta pero según me comentan, hay muchas necesidades.

P.- ¿Cómo compagina ambas responsabilidades con tanta distancia de por medio?

R.- Soy consejero general desde hace unos años y dentro de mis obligaciones estaba la gestión de centros de toda la organización de Cruz Blanca, que suman las 26 residencias y los 54 proyectos, aglutinando a más de 900 trabajadores y más de 3.000 voluntarios. Cruz Blanca necesitaba ir ganando espacio en criterios de calidad y, por eso, se me encomendó hace unos años la misión de gestionar los equipos de calidad de los centros. Para mí el objetivo es que Ceuta esté en las próximas convocatorias de calidad, también en la gestión. Lo importante es el equipo humano que hay detrás de mí, con técnicos muy buenos y hermanos franciscanos. Es fácil crear ideas cuando tienes un grupo de personas respaldándote.

P.- ¿Qué aporta, de cara al exterior, el sello de calidad en las residencias que forman parte de Cruz Blanca en España?

R.- Acredita varios temas; para nosotros, certificarnos en calidad en la UNE 158.000, que es la norma por la que se definen los centros de dependencia y nos situaría en primera línea a nivel nacional. Al usuario le supone que la calidad existencial de Cruz Blanca no solo se hace sino que se puede comprobar, siendo transparente ante cualquier ciudadano o administración.

P.- ¿Qué se plantearía como meta a alcanzar durante el presente ejercicio?

R.- Me gustaría colaborar con el tejido asociativo de Ceuta para unir esfuerzos en una misma causa, como por ejemplo, crear proyectos para interrelacionarnos todos y optimizar mejor los recursos en tiempos de crisis ya que hay más necesidades y menos dinero.

P.- Ilusionado, emocionado, ¿cuál sería el adjetivo que describiría su toma de posesión en Cruz Blanca?

R.- Creo que la ilusión, estar aquí, realizar los proyectos que tenemos y ayudar de manera inmediata. Y en Ceuta hay muchas posibilidades para hacerlo. La predisposición la tengo para poder colaborar en todo lo que sea necesario.

P.- Si tuviera que pedir un deseo...

R.- Sobre todo, salir de la crisis, que la gente no tuviese que estar viniendo a Cruz Blanca a pedir pan. También sería un deseo muy bonito poder terminar El Sardinero, donde pudiéramos dar un hogar a aquellos que no lo tienen y una casa para los que han vivido tantos años en ella, y poder hacer allí realidad los sueños de muchas personas de tener un hogar digno y un calor que los Hermanos Franciscanos de esta entidad social les podamos dar.
 

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