“Vendimos todo lo que teníamos por un viaje que aún no hemos
terminado”. Simple y sincero fue el argumento con el que
ayer los 20 indios que permanecen en la ciudad buscaron
apoyo de los ceutíes para no ser repatriados después de
cuatro años en Ceuta. Sentada que tuvo como escenario el
templo de Nuestra Señora de África y que hoy continuará a lo
largo de esta jornada ya que para los hindúes aún queda “una
luz de esperanza” y no piensan darse por vencidos hasta
obtener una respuesta definitiva que este medio tampoco ha
logrado tras una semana contactando con el Ministerio del
Interior.
Bajo el más absoluto silencio, con la preocupación reflejada
en sus rostros, la mirada con tono ausente pero “una luz de
esperanza” aún les da fuerza para luchar por lo que desde
hace cuatro, seis u ocho años, llevan esperando: ser
trasladados a la península pese a que la derrota se podría
estar avecinando ante una posible repatriación.
Los 20 indios que todavía permanecen en el Centro de
Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) se concentraron
ayer ante el templo de Nuestra Señora de África buscando la
bondad, solidaridad y el apoyo de los ceutíes, muchos de
ellos, amigos y compañeros de este colectivo tan querido en
la ciudad y tan volcado con sus gentes, para los que el
español también se ha convertido en una lengua materna.
“Hemos dado clases en el CETI, en San Antonio, en al
Asociación Elín y hemos practicado mucho. Los ceutíes nos
han tratado muy bien, son personas muy simpáticas y
acogedoras pero sabemos que el Gobierno es el que tiene la
palabra, y del que no sabemos nada tras la visita de nuestra
Embajada”, comentó Rocky, uno de los portavoces. Y
ciertamente, el limbo jurídico en el que se encuentran estos
extranjeros no acaba de tener una salida ya que este medio
de comunicación ha intentado obtener una respuesta del
Ministerio del Interior que aún permanece en un claro
interrogante.
Pese a las circunstancias que los rodean, los indios no se
darán por vencidos ya que “somos jóvenes, trabajadores y
tenemos una familia que hace muchos años confió en nosotros
vendiendo todo lo que tenía para pagar nuestro viaje. Un
viaje que aún hoy no ha terminado”, clamaron los hindúes,
alumbrados por las velas que los ciudadanos fueron colocando
en el círculo como símbolo de apoyo al grupo. A algunos les
esperan sus padres, sus hijos, sus esposas, familias,
incluso otros sólo pretenden continuar los estudios
universitarios a los que tuvieron que renunciar cuando la
agricultura entró en declive en India, considerada esta como
uno de los pilares básicos de la economía de sus países. Por
eso, los indios consideran “injusto” que “sin hacer nada
malo” y haber esperado durante más de 4 años, “nos manden
ahora a India”, lamentó Rocky.
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“Una luz de esperanza”, esta es nuestra historia...
Para invitar a los ceutíes a
secundar la concentración de ayer y que continuará durante
toda la jornada de hoy ante la Iglesia de África, los
hindúes repartieron por la ciudad unas hojas en las que
relataban su historia bajo el título ‘Una luz de esperanza’.
En ella estos indios aconsejaban a los ciudadanos el llevar
consigo una vela como símbolo de apoyo a su protesta, ante
la más que posible repatriación del colectivo. “Nos gustaría
conseguir tantas velas como personas nos apoyan para poder
empezar esa vida que vinimos buscando, aunque sabemos que no
va a ser fácil”.
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