Los presidentes de Ceuta y Melilla firmaron ayer en la
ciudad hermana el acuerdo con el que pretenden lograr una
“transformación” de las economías de ambas ciudades. El
documento, fruto de una reunión de aproximadamente dos horas
que ambos mandatarios y otros miembros de sus respectivos
gobiernos mantuvieron en Melilla, contiene 12 propuestas
concretas y es un paso más de un proceso iniciado hace unos
meses y que tuvo también su reflejo en la última convención
nacional del Partido Popular (PP), que apoyó las propuestas
económicas de los presidentes populares de las dos ciudades
autónomas.
Según se subrayó en la nota de prensa remitida por la Ciudad
Autónoma tras la reunión, los gobiernos de Ceuta y Melilla
pretenden con las medidas plenteadas “dar un impulso a la
actividad productiva y el empleo en ambas ciudades”.
Todas las propuestas hacen referencia al ámbito económico y
algunas supondrían una reforma del Régimen Económico y
Fiscal (REF). Ambos presidentes señalaron en su
comparecencia pública que los cambios parciales que se
proponen no les hacen renunciar a la reforma completa del
REF que ambos Ejecutivos propugnan.
La única medida que no se circunscribe expresamente al
ámbito económico, aunque “tiene relación indirecta”, es una
propuesta por la que se pide al Gobierno central “un plan de
acción especial” para frenar los altos índices de abandono y
fracaso escolar de ambas ciudades.
En el documento se proponen iniciativas que de
materializarse supondrían “reformas de calado”. Es la
respuesta a “la ineludible necesidad” de impulsar el
desarrollo económico y el empleo”, explicó el presidente
Vivas en referencia a todos los ámbitos presentes en este
acuerdo: incentivos fiscales, Unión Europea, puerto,
transporte marítimo y educación. Como dijo también Imbroda,
se trata de que la economía de ambas ciudades sea autónoma
para, así, “no ser dependientes de factores externos y tener
el horizonte político despejado”.
En opinión de Vivas, son unos acuerdos “válidos y muy
ambiciosos” que constituyen la fórmula para continuar
transitando por el camino hacia la convergencia con el resto
del país; un objetivo que supone “la mejor defensa que
pueden tener” Ceuta y Melilla. “Tenemos fundamentos,
argumentos y propuestas”, afirmó.
Entre las medidas planteadas se encuentra la sustitución del
IPSI por un IVA de tipos reducidos con el fin de “favorecer
la mejora de la competitividad, la fidelización del consumo
interior y la atracción de demanda externa”.
Los dos gobiernos se han propuesto articular iniciativas con
las que se mejoren “sustancialmente” las deducciones y
bonificaciones que se aplican en el IRPF y el Impuesto sobre
Sociedades, “aclarándose en este último la interpretación
del ciclo mercantil completo”. Además, se pide la cesión de
las tasas de juego y la ampliación al 50% y la extensión a
“casi todos” los sectores de las bonificaciones a la
Seguridad Social.
Los dos ejecutivos han decidido crear una mesa de trabajo
que compondrán los consejeros de Economía y Hacienda de las
dos ciudades para fijar una posición definitiva acerca de la
posible integración de las dos ciudades en la Unión
Aduanera. El documento precisa que este paso “solo sería
asumible” si se garantiza el resto de peculiaridades
fiscales y si no hay perjuicio para las actividades
tradicionales amparadas en el estatus de territorio franco.
Este trabajo se realizará dando voz y participación a los
agentes económicos y sociales.
Unión Europea
En el ámbito de la UE, el documento defiende, por un lado,
“un tratamiento específico” tanto para la distribución de
fondos europeos como para la recepción de las ayudas de
estado y, por otro, la entrada de ambas ciudades en el
Comité de las Regiones una vez que España aumente su
representación en este organismo con la ampliación de la
Unión. Vivas e Imbroda han acordado hacer uso de la oficina
de la Región de Murcia en Bruselas, si bien no descartan
contar con un espacio propio en la capital europea que
compartirían Ceuta y Melilla.
Otro de los acuerdos alcanzados pasa por estudiar el impacto
que el hecho fronterizo y “el resto de condicionantes
estructurales” tienen en el coste de la vida, el
funcionamiento de servicios y suministros esenciales, el
desarrollo económico y el empleo.
Los dos gobiernos continuarán precisando estas medidas en
nuevos contactos y, sobre todo, en un nuevo encuentro entre
ambos ejecutivos que se celebrará en Ceuta en marzo.
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